Las nuevas autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) deberían extremar las precauciones para asegurar la máxima transparencia en los trámites de evaluación y aprobación de agroquímicos, fertilizantes y insumos biológicos. Fue un pedido que hicieron los representantes de varias empresas dedicadas a esos rubros luego de un incidente que no llegó a escándalo de pura casualidad: durante años hubo evaluaciones a cargo de una persona que no había completado sus estudios universitarios.
Sí, repito: desde por lo menos 2007 algunas evaluaciones de nuevos productos en el Senasa, básicamente las referidas a los fertilizantes que salieron al mercado, fueron realizadas por una estudiante de ingeniería agronómica que recién el año pasado pudo completar sus estudios. Ejercía como agrónoma en el organismo público sin poseer el título.
“Nos dirigimos a usted los abajo firmantes, directores técnicos de empresas registrantes en la Dirección de Agroquímicos y Biológicos, a fin de solicitar en forma urgente que mediante una disposición o resolución solicite en un plazo no mayor de los 15 días que todos los profesionales del Senasa con cargos técnicos estén matriculados en los colegios o asociaciones de acuerdo a sus títulos o incumbencias”, dice la nota que fue presentada los primeros días de diciembre al ex presidente del organismo, Ricardo “Ricky” Negri, quien no pudo llegar a decidir nada debido al cambio de gobierno. El nuevo titular del Senasa, Carlos Paz, será quien deba hacerse ahora cargo del planteo de los privados.
¿Por qué los directivos de muchas empresas vinculados a los insumos más utilizados en el agro piden al Senasa que acredite el título de sus propios técnicos? ¿Si cae de maduro que el Estado no puede asignar funciones de ese tipo a estudiantes o personal sin capacitación suficiente? Pues sucedió en el caso de Carla Louge, que trabajó más de diez años en la dirección que se ocupaba de verificar y aprobar los productos que pedían pista para entrar en el mercado local. Louge se ocupaba de llevar adelante los análisis técnicos sobre fertilizantes y puso su firma en muchos expedientes… Sin tener el título de ingeniera agrónoma que la habilitara para hacerlo.
Aquí una prueba de que Louge decidía con su firma los destinos de algunos trámites:
Aunque hasta ahora no había trascendido a la prensa y permanecía encapsulada dentro el propio organismo, esta escandalosa situación se conoce desde noviembre pasado. Y motivó algunos pedidos de sumarios internos que sugerían que la funcionaria habría favorecido a ciertos grupos de empresas por sobre las otras. Estos pedidos, por ahora y como casi siempre en el Senasa, terminan chocando contra la muralla corporativa del área de Jurídicos de ese organismo, que siempre parece más preocupada por defender a los empleados del servicio que a impartir justicia.
De hecho, la empleada no fue sancionada y tampoco sus superiores. Según pudo saber Bichos de Campo, solamente se decidió su traslado a una dependencia del interior de la provincia de Buenos Aires.
“La Ingeniera Agrónoma Carla Louge se desempeña en el área de fertilizantes desde el año 2007 y como Coordinadora del Área de Fertilizantes y Enmiendas (Resolución SENASA 712/19) desde mayo de 2019. En sus 12 años de trabajo en el organismo ha demostrado eficiencia, capacidad y honestidad en el trabajo de evaluación de productos a los fines de inscripción en el Registro Nacional de Fertilizantes, Enmiendas, Sustratos, Acondicionadores, Protectores y Materias Primas, en cumplimiento de la Resolución SENASA 264/11, entre otras tareas que desarrolla tendientes al funcionamiento del área de su competencia”, fue la defensa orgánica desde el propio organismo.
Pero la irregularidad existía y era indisimulable. La mejor prueba de que Louge haía dado su opinión -más allá de su experiencia e idoneidad para hacerlo- sin poseer un título que la habilite resultó ser un certificado de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad de La Plata, fechado en febrero de 2019, en el que se habilitaba a la funcionaria del Senasa a rendir el exámen de la materia Cerealicultura en marzo de ese año. Es evidente que hasta ese entonces no disponía del título habilitante.
A pesar de las evidencias, el Senasa enfatizó en su defensa que la tarea desempeñada por la funcionaria había sido siempre correcta. “Es necesario aclarar que la Ing. Louge trabaja en el área únicamente acompañada por otra profesional, ocupándose de la atención de todos los registros, salidas a campo, atención a empresas y asesores, reuniones dentro y fuera del organismo, etcétera. Todas actividades llevadas con eficacia y ética”.
Otras fuentes del Senasa confirmaron la irregularidad evidente, pero explicaron que la mujer no era quien hacía la aprobación final de los productos sino que su tarea se limitaba a evaluar la información técnica requerida para llevar a cabo los trámites. Las resoluciones para aprobar tal o cual Registro eran finalmente firmadas por el director de Agroquímicos, Diego Ciacaglini, o por el responsable de la Dirección Nacional de Protección Vegetal, Diego Quiroga, quien acaba de ser confirmado en su puesto por las nuevas autoridades.
Como sea, el caso instaló de nuevo una gran manto de sospecha sobre los mecanismos para registrar nuevos productos en el Senasa. Justo ahora, cuando los requerimientos de transparencia de la sociedad respecto de agroquímicos y fertilizantes son más intensos que nunca.
hay un uso indebido de un titulo que no posee, si al firmar no hubiera puesto INg. Agr. no se podria decir nada, por otro lado el pedido de las empresas no es correcto, para trabajar como empleado no es necesario estar matriculado, matricula y titulo habilitante son cosas distintas.
O sea, que según este comentario, solamente lo que estuvo mal fué firmar como profesional, no siéndolo.. Solo eso.. Por lo que se traduce que no era necesario ser ingeniero agrónomo para hacer este trabajo, como supuestamente lo es, para poder trabajar en el Registro.. Así como se le exige a la comunidad de asesores que registran productos allí, no solo ser profesionales, sino también, estar hasta matriculados, sin faltar ni siquiera en el pago de las cuotas de la matrícula.. Y quien evaluaba podía no estar recibida, y no importa…. Es así..? Que mirada tan particular de las cosas… Es claramente creerse capaz de defender lo indefendible y aún tampoco importa….
Estimados, cuando menos exhiban, si no es respeto, al menos un poco de honestidad intelectual, a la hora de hacer considerar la situación….
O sea que según Daniel, no importa que no haya sido una persona recibida, casi que fué un descuido de poner las abreviaturas “Ing. Agr.” a la hora de firmar y nada más.. Como si esas “palabritas” no significaran nada ni representaran un contenido significativo, como lo es ser un profesional de las ciencias agropecuarias, lo cual se supone que es un requisito para trabajar en dicho Registro Nacional, y como también lo es para la comunidad de Asesores que realizan trámites y registros allí, los cuales deben ser no solo ingenieros recibidos sino que también deben estar matriculados y hasta con los pagos de la matrícula, al día… Ahora, del otro lado del mostrador, no importa si ni siquiera está recibida la persona que los evalúa, eso se ve que es un detalle nada más… (y ni hablemos del atrevimiento y el hecho fraudulento de usar públicamente el título de una profesión que aún no se posee, etc, etc… Eso tampoco importa….).
Creo que el título te dice cual es tu especialización ya que,con él o sin él puedes ser competente o incompetente lo importante es tener conocimiento del tema
Esta persona tiene que estar detenida como toman personas sin verificar su título averiguar donde estudió esto pasa por los acomodo político hasi funciona la Argentina desde presidente corruptos a personas con falsos títulos encima manipulados fertilizantes que puede envenenar a la población
No ea la primera vez que sucede una cosa asi. Me pasó a mi en una empresa multnacional y no me dejaron expulsarlo.
Pedro, desde una institución que tiene poder de policía en la regulación y control fito sanitario, avalar que quien evalúa técnicamente sin estar recibido, es ser cómplice y encubrir un delito. DEBE tener titulo y matricula también, porque esta evaluando a otros graduados a quienes se les exige estar a su vez, matriculados. Y si firma con un titulo que no tiene, ademas es usurpación de títulos y honores.
El aval de la institución que obviamente SI conocía el hecho de que ella no estaba recibida y aceptaba que firmara y con el titulo, y defenderla porque “actuó con ética y eficacia” es de un descaro inaudito.
Si evalúa técnicamente los informes de profesionales matriculados – a quienes REPITO se les exige esa condición – debe estar AL MENOS en igualdad de condiciones. En realidad, lo ÉTICO es tener un titulo de especialización en el área. Lo que significa, cuando menos, tener una formación teórica superior para el tema que – supuestamente – está evaluando técnicamente.
Eso se llama Usurpacion de títulos y honores. Merece una sancion directa.
Es usurpacion de títulos y honores