La semillera Don Mario acumula un montón de años de estudios sobre el comportamiento de sus diferentes variedades en cada zona del país, ya que tiene ensayos en 180 localidades que le van ofreciendo más de 600 mil datos por año. Con ese capital, era una picardía que no tuviera hasta ahora una penetración más agresiva en el prometedor territorio de la agricultura digital.
Hasta ahora, porque este viernes a la mañana, la compañía semillera líder en soja (que integra a nivel global la multinacional de origen argentino GDM), presentó en sociedad una plataforma llamada SeedGuide (guía de semillas), en la que los productores podrán combinar dos IA para hacer su mejor elección de la variedad a sembrar en cada lote: un indicador de construcción propia llamado Índice Ambiental con los ya famosos algoritmos de la Inteligencia Artificial.
La suma de ambas IA, según contó Jerónimo Costanzi, el gerente de Desarrollo de Don Mario en el JAT 2024 de esa firma, les permitió construir “una herramienta para brindar recomendaciones técnicas bien precisas a nivel de lote”. ¿Qué quiero decir? Que un productor podrá, introduciendo la ubicación de su campo, obtener una recomendación precisa sobre la mejor semilla disponible para sembrar, en función de los datos recolectados por los mejoradores de Don Mario en sus ensayos por todo el país en los últimos 15 años, que son los que se han digitalizado.
El acceso a esa aplicación se hará por vía de los multiplicadores que tiene Don Mario en todo el país, desde esta misma campaña, y no solo para las semillas de soja sino también para las de trigo y maíz.
El encanto del sistema SeedGuide, de todos modos, no es la prescripción de una determinada variedad para cada lote a sembrar, sino especialmente que a partir de la construcción del Índice Ambiental (IA) de cada lote también hará recomendaciones sobre la fecha más adecuada de siembra y también la densidad.
La plataforma podrá operar con diferentes capas de información, como la variabilidad climática de cada zona y las características de los suelos, pero además dejará al productor que introduzca información adicional, como el PH de su suelo, la cantidad de arcilla, el agua útil disponible, de modo de lanzar una búsqueda de la mejor opción de siembra.
. “Con toda esa información, con modelos de Inteligencia Artificial nos permite correr cada una de esas capas y determinar el valor de Índice Ambiental para cada lote. El modelo nos permite entonces determinar cuál es el genotipo ganador, es decir la variedad mejor rankeada para ese lote”. Luego “determina la mejor fecha de siembra y la mejor densidad para alcanza el potencial productivo”, aseguró Costanzi.
El ejecutivo de Don Mario afirmó que este es un primer paso de la irrupción de la compañía en el mundo de la agricultura digital, pues ya están ensayando para hacer recomendaciones intra-lote, no solo para hacer siembra variable por ambientes sino incluso para poder modificar -dentro de un mismo espacio- la variedad recomendada de semilla cuando haga falta. En esta línea, la compañía espera también poder hacer recomendaciones mucho más precisas para la nutrición y protección de cultivos sembrados.
El objetivo, está claro, será intentar cerrar la famosa brecha que existe entre los rendimientos promedio logrados en la Argentina y los rindes potenciales que puede alcanzar cada lote.
Los técnicos de Don Mario, en principio, calcularon que con una agricultura de precisión que permita hacer cirugía fina en cada uno de los predios sembrados, aplicando fórmulas distintas en cada sitio, en ambientes de baja productividad inicial los rendimientos pueden llegar a mejorar un 8%, mientras que en los de alta respuesta se logra un 3% más de producción. “Si eso se analiza a nivel de lote son 200 kilos más de soja, con una rentabilidad adicional de 66 dólares por hectárea”, indicaron.
Pero a grandes trazos el camino por transitar es mucho más ancho. En ese sentido, Diergo Regnicoli (que también forma parte de Don Mario) estableció que la distancia entre el rinde promedio de la región y su potencial productivo se ubica actualmente en un 32%, con 26% de distancia incluso en la región núcleo pampeana.
Según el análisis de esta semillera, el 61% del rendimiento potencial de un cultivo de soja se explica por el ambiente, otro 23% por el manejo del cultivo y finalmente el 16% por la genética elegida. Por eso se hace tan importante -para achicar esa brecha- reducir al mínimo los márgenes de error en la elección de la variedad en cada lote.
“Hoy la herramienta la tiene le multiplicador. Nuestro objetivo es que los productores se acerquen a ellos y puedan armar, junto al equipo comercial y técnico de Don Mario, una planificación conjunta” de la siembra en cada lote, invitó el gerente de desarrollo de Don Mario.