En el sector agroexportador argentino descuentan que los números finales de la cosecha argentina de maíz serán menores a los previstos en la actualidad porque gran parte de los cultivos afectados por Spiroplasma que siguen en pie tendrán rendimientos inferiores a los imaginados.
“Hemos pedido por lo menos 10 millones de toneladas de maíz”, aseguró este miércoles Oscar Spaccasassi, gerente de Exportación de Granos de Viterra Argentina, en referencia a la cosecha 2023/24 estimada inicialmente.
“El efecto (del desastre productivo) en el precio del maíz aún no está totalmente materializado y se verá cuando metan las máquinas en el campo”, anticipó el directivo de Viterra durante un panel comercial realizado en el Congreso Maizar 2014 realizado este miércoles en la ciudad de Buenos Aires.
Al tratarse de algo completamente novedoso para el maíz argentino –es la primera vez que un factor biológico produce un daño de semejante magnitud– Spaccasassi dijo que muchos importadores en el exterior consideran que las informaciones provenientes de la Argentina exageran lo que está sucediendo para intentar promover un factor alcista. “La demanda está postergando compras de maíz porque no cree en el efecto negativo tan violento del Spiroplasma”, sentenció.
El directivo de Viterra además señaló que, a causa de la enfermedad propagada por la “chicharrita del maíz”, este año la cosecha de maíz tardío argentino se adelantará y eso representará una ventaja comercial para poder ingresar al mercado antes que Brasil. “Creemos que existe una chance de capitalizar un premio por eso”, apuntó.
La cosecha de maíz tardío brasileño comienza a ingresar al mercado en la segunda quincena del mes de julio para concentrarse entre los meses de agosto a septiembre y empezar a aflojar a partir del último bimestre del año.
Hasta el momento la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta una cosecha argentina de maíz 2023/24 de 47,5 millones de toneladas, mientras que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronostica 46,5 millones de toneladas.
Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), solicitó no utilizar malatión en la poscosecha de maíz y reemplazarlo por alternativas de control autorizadas para evitar tener problemas comerciales con el cereal en mercados asiáticos.
Además señaló que es muy probabe que a partir de 2026 el maíz también será incorporado a la normativa europea antideforestación para sumarse a la exigencia vigente para la soja y derivados a partir de 2025.