El gobierno nacional está obligado por la Ley de Promoción de los Biocombustibles a fijar una vez al mes los valores en que los fabricantes de esos renovables venderán su producción a las petroleras para el corte obligatorio de las naftas y el gasoil. Pero puede fallar. Recién ahora, a mitad de octubre de 2020, la Secretaría de Energía actualizó los valores que habían quedado congelados en diciembre de 2019, con el cambio de gobierno.
En efecto, el área dependiente del Ministerio de Economía fijó los nuevos valores de adquisición del biodiésel y el bioetanol para su mezcla con los combustibles fósiles, a través de las resoluciones 4/2020 y 5/2020 que fueron publicadas en el Boletín Oficial.
La primera de ellas fijó el precio del biodiésel para su mezcla obligatoria con gasoil en 48.533 pesos por tonelada. esto representa un aumento de 25,1% respecto de la última actualización realizada en noviembre del año pasado.
La segunda disposición estableció en 32,789 pesos por litro el precio de adquisición del bioetanol elaborado a partir de caña de azúcar, y el mismo valor para el producido a partir de maíz, ambos para su mezcla obligatoria con nafta.
Estos valores representan un aumento de 13,67% y 23,23% respectivamente, en comparación con los precios que regían hasta ahora, establecidos en noviembre del año pasado, y cuentan para las ventas realizadas a partir de mañana.
Economía también determinó que el plazo de pago tanto para el bioetanol como para el biodiesel no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente.
Los márgenes de actualización dispuestos por las autoridades no compensaron ni la inflación minorista registrada en el periodo de congelamiento forzado de los precios, y mucho menos al alza de los costos de los granos sucedido en el mismo periodo, y que es un factor clave porque son el principal insumo para la elaboración de estos biocombustibles.