Los incendios en Corrientes del último verano afectaron más de 1 millón de hectáreas (el 12% de la superficie provincial), de las cuales unas 100 mil hectáreas eran de bosques implantados o nativos. ¿Estaban aseguradas esas superficies y toda la biomasa que había sobre ella? La pregunta no tiene respuesta, pero un informe ahora se refiere al escasísimo nivel de cobertura contra este tipo de siniestros en el sector forestal argentino.
“Menos del 30% de los bosques productivos tienen cobertura frente a los efectos del cambio climático en Argentina”, dice un estudio elaborado por el área de Seguros Agrícola de Marsh Argentina, que da cuenta que de las 520 mil hectáreas de bosques implantados con fines comerciales en el país hay solo 144 mil que tienen algún tipo de seguro.
La cuenta, de todos modos, quedaría injusta, pues las autoridades del Ministerio de Agricultura -que tienen a su cargo el inventario forestal- hablan de una superficie de bosques implantados de entre 1,2 y 1,3 millones de hectáreas. Si se tomara esa cifra como base, los seguros correrían apenas por sobre el 10% de la superficie total forestada. Y eso sin contar los bosques nativos que también pueden ser aprovechados económicamente en algunos casos.
El Global Risk Report 2022 -publicado en enero por el Foro Económico Mundial junto a Marsh McLennan, SK Group y Zurich Insurance Group- advierte que las “condiciones climáticas extremas” y el “fracaso de la acción contra el cambio climático” se encuentran entre los cinco principales riesgos a corto plazo en el mundo. Sin embargo, esto no parece conmover a quienes se dedican a la producción de madera.
“Lamentablemente, el mercado de seguros no cuenta con herramientas en lo concerniente a las pérdidas de patrimonio natural. Pero ante un contexto de extremos climáticos cada vez más complejos y frecuentes, deberemos aprender a vivir y a producir de una manera que minimice estas pérdidas lo más posible. En ese escenario, la transferencia de riesgos al mercado de seguros se presenta como un estabilizador de ingresos sumamente necesario”, aseguró Carlos Carreras, líder en Seguros Agrícola de Marsh Argentina.
El informe indica que hay varias coberturas existentes que amparan desde la vida de los animales en lso planteos silvopastoriles, pasando por las estructuras para la explotación ganadera, hasta los bosques cultivados, más allá del estadio en que se encuentren e incluso la madera apeada.
“Los gobiernos, las empresas y las sociedades están enfrentando una presión creciente para evitar las peores consecuencias, pero las tragedias siguen sucediendo. Por ello, además de revisar las malas prácticas como la quema de pastizales, es esencial aprovechar las herramientas estandarizadas que ofrece el mercado de seguros para que los productores forestales, yerbateros, citricultores, arroceros y ganaderos puedan transferir sus riesgos”, afirmó Carreras.
Cri, cri, cri…