Gustavo Feldman es el abogado que representa a un grupo de acreedores de la deuda que contrajo la firma aceitera Vicentin cercana a los 1400 millones de dólares, y en varias ocasiones, incluso en otra nota brindada a Bichos de Campo, sostuvo que “el concurso es una farsa”, y que la empresa sólo quiere ganar tiempo procesal y no tener que hacer la propuesta de pago final, cuyo plazo se prorrogó del 3 de septiembre al 16 de diciembre luego de que así lo determinara el juez Civil y Comercial de Reconquista que lleva adelante el concurso de la empresa.
“En realidad esas deudas son producto de una mega estafa que se pergeñó y llevó adelante a través de, por un lado la simulación de una situación que ya venía siendo calamitosa y de la simulación de un estado de solvencia y prosperidad que evidentemente no existía”, expresó Feldman.
“Yo lo dije hace más de un año cuando radicamos la primera denuncia, y el último informe de los auditores forenses del concurso también confirma que estamos ante maniobras estafatorias; esto no fue una concatenación de eventos desafortunados”, agregó.
Mirá la entrevista completa a Gustavo Feldman:
Según Feldman, “en su momento Vicentín llegó a echarle la culpa a la tirantez de las relaciones internacionales de China y Estados Unidos, pasando por el calamitoso final del gobierno macrista hasta circunstancias de cuestiones climatológicas. No llegaron a invocar la pandemia y el Covid-19 porque el estrés financiero fue en diciembre 2019, el default y la presentación en el concurso fue en febrero 2020 y la pandemia arrancó en marzo, pero sino lo adjudicaban a eso también”.
Incluso el abogado rosarino publicó en marzo pasado un libro titulado “Nunca fuimos Vicentin”, en el cual recopila una serie de artículos desde mayo del año pasado donde explica que, a su juicio, todo lo que hizo la empresa “fue una gran estafa” y argumentó que la misma empleó el esquema de Ponzi, un banquero de Estados Unidos conocido por haber operado de modo fraudulento ya que pagaba intereses de una inversión con el mismo dinero invertido o bien con dinero de nuevos inversores.
El abogado patrocinante de los productores agrarios querellantes en la causa penal, dio a entender que la legislación actual en cuanto al tema granario en Argentina es muy frágil, dando lugar a que ocurran cosas parecidas a las de Vicentín. “Hay una altísima vulnerabilidad porque el negocio granario implica una confianza extrema y hasta muchos de los contratos granarios ni siquiera eran inscritos. Creo que ámbitos como los de la Bolsa de Comercio de Rosario donde se llevan las controversias cuando hay situaciones así van a tener que cambiar su funcionamiento, la reglamentación y creo que también hay que cambiar la Ley de Concursos y Quiebras porque es una afrenta que el concurso de la empresa haya terminado en Reconquista”, indicó.
-¿Y por qué debería cambiar esa Ley de Concursos si Reconquista es la sede donde está Vicentín?
-Porque la Ley de Concursos fue malinterpretada por el agente judicial (Hernán) Lorenzini, quien dejó de ser juez con lo que significa imparcialidad hace tiempo en el tema Vicentín, y él sostiene que el concurso se debe abrir donde está el domicilio estatutario. En este caso, eso debió interpretarse al calor del nuevo Código Civil y Comercial que ya lleva 5 o 6 años de vigencia y que habla del propósito socio económico que tiene la ley y es evidente que no iba a haber un trámite normal, y no lo hubo. Tenemos la pesificación de la deuda y ahora esta nueva propuesta que significa licuar el 96,5% de las deudas”, respondió.
“Si hay una nueva oferta, y no sé si no van a mantener esta, va a ser igual o peor. Todo el cuento chino ideado por Diego Guelar (asesor de la agroexportadora Vicentin y ex embajador argentino en China), quien sostenía que había una oferta de ACA y otros deudores para comprar la empresa, es mentira tras mentira, y sobre todo el trámite concursal, que vino a perfeccionar la estafa que pergeñó Vicentín respecto de los productores”, describió .
Feldman, queda claro, no confía en que el concurso de acreedores sea exitoso ni mucho menos llegue a repara el daño que hizo la aceitera a sus acreedores. “Creo que el juicio, que empezó como concurso, terminará en una quiebra. La única esperanza seria por recuperar algunos de los muchos millones de dólares que esta gente se apropió es la investigación penal que se desarrolla en Rosario, porque yo no le veo ningún viso de solución al concurso”, sintetizó.
Por último, el abogado destacó que “el affaire de Vicentín marcará una bisagra no sólo en el plano social y económico sino también en el plano legal. Creo que hay muchas normas en el derecho argentino por medio de las cuales ha quedado desnudada la injusticia que contienen a partir del mega desfalco de esta empresa”.