Si le faltaba algo a las proyecciones que elaboran las entidades sobre el impacto de la sequía en la producción agrícola era que nuestro país abandone la posición de liderazgo en el mercado mundial de exportación de harina de soja.
Este vaticinio se originó en un estudio económico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que luego de analizar los resultados que empiezan a llegar desde todas las zonas productoras de soja, prevé que Argentina estaría exportando cerca de 20 millones de toneladas en la campaña 2022/23, representando un 29% del comercio global, y de esta forma se ubicaría por debajo de Brasil por primera vez desde la campaña 1997/8.
“Otra de las aristas negativas de la seca es la pérdida de participación en los mercados de aceite y harina de soja a nivel global. En este sentido, se advierte que Argentina perdería su posición cómo primer exportador mundial de harina de soja en la campaña 2022/23, su principal mercado de exportación y uno de los pocos nichos que el país domina en las cadenas globales de suministro”, examinaron desde la entidad santafesina.
Para repasar algunos números que arrojaron los especialistas técnicos de la BCR, la caída en el total de exportaciones del complejo sojero está estimada en 7300 millones de dólares, fenómeno que nombraron como “La peor producción en 23 años”.
En el último año, el complejo sojero generó exportaciones por un total de 24.868 millones de dólares, lo que marcó un récord absoluto en valor exportado para el mismo. “En 2023, producto de la fuerte caída en la producción, se espera un severo ajuste en las exportaciones del complejo. En total, según las estimaciones de la BCR, las exportaciones del complejo soja podrían ubicarse en torno a los 17.568 millones de dólares, lo que significaría una caída del 30% en relación con 2022, rondando los 7.300 millones de dólares” argumentaron.
En cuanto a superficie y producción, la BCR estimó que durante la actual campaña se sembraron 16 millones de hectáreas de soja. Si bien se mantiene como el principal cultivo en área sembrada en el país, “viene mostrando una caída ininterrumpida en las últimas siete campañas desde el récord de las 20,3 M/ha que se sembraron en la 2014/15. El área destinada al cultivo en la 2022/23 representa la menor área sembrada con la oleaginosa desde la 2005/06”.
Sin embargo, en términos de producción, los 25 millones de toneladas que (hasta el momento) se esperan producir en la campaña representan una caída del 40% en relación con la campaña pasada y la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos diez años (50 millones de toneladas).
Así, “Argentina cerrará su peor campaña productiva en 23 años, ya que hay que remontarse a la campaña 1999/20 para encontrar una producción más baja” compararon los analistas.