Si algo sabemos en Bichos de Campo, porque es lo que mostramos cotidianamente, es que el sector agropecuario argentino es tan vasto como diverso. Por suerte. Por eso el jueves salimos un rato de la Exposición Rural de Palermo y, tras cruzar por la puerta de avenida Sarmiento, fuimos al encuentro de “el otro campo”, como se define un colectivo de agrupaciones campesinas, sociales y políticas que había montado una pequeña protesta, para denunciar el desguace casi total por parte del gobierno de Javier Milei de la política pública dedicada al segmento de pequeños productores.
La movida en las orillas de la Rural fue motorizada sobre todo por el gremio ATE, en representación de los cientos de trabajadores despedidos del ahora intervenido Instituto Nacional de Agricultura Familia, Campesina e Indígena (Inafci), donde el gobierno de Javier Milei en abril pasado, aprovechando la precariedad de las contrataciones en el Estado, expulsó a 900 de los 1.000 trabajadores.
Carlos Rang es uno de esos despedidos y habló con Bichos de Campo:
-¿Vos trabajaste 20 años en el Instituto? ¿Desde que era el Programa Social Agropecuario?
–Exactamente. Yo trabajé a partir del 2007, cuando ese área se convirtió en Subsecretaría de Agricultura Familiar. Primero fue Programa Social Agropecuario. Después fuimos Subecretaría de Agricultura Familiar. Y ahora, en 2022, se transformó en el Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina e indígena.
-Instituto que nunca llegó a funcionar del todo bien… Tampoco con los anteriores gobiernos.
-Anduvo todo en solo un momento. En el 2008 y hasta el 2013 tuvo algún presupuesto. Después siempre nos manejamos con fondos del Banco Mundial y otros proyectos internacionales. Pero era la única política pública para un sector que es de la agricultura familiar. Somos otra agricultura, la que produce más alimentos. Ahí adentro (y señala hacia la Rural) están los que producen más divisas, las que necesita el país para enfrentar los compromisos con la deuda externa. Nosotros queremos enfrentar los problemas que tiene nuestro pueblo argentino, que es el problema del hambre, la pobreza, el trabajo. El sector de agricultura familiar es un sector que produce alimentos sanos, saludables, y también genera arraigo y trabajo en el campo.
Rang fue despedido del Inafci luego de trabajar como coordinador técnico, porque él es veterinario, en la zona sur de Córdoba, cerca de Río Cuarto. “Es una zona agropecuaria muy fuerte, donde están desarrolladas casi todas las cadenas de valor. Yo laburaba con los cinturones hortícolas, laburaba con proyectos de agricultores familiares, hacía la parte de los planes sanitarios del Senasa para la agricultura familiar. Para el pequeño productor que no puede pagar un veterinario privado hacía toda esa tarea. Y lo hice por tantos años. Y bueno…”
-Pasó que llegó Milei y con su gobierno prendió una idea que podemos discutir o no, pero como que todo ese área no sirve, que estaba de más, que estaba llena de militantes políticos…
-Exactamente, todo lo que uno produce para ellos es como un costo, es decir un gasto. Y ahí ellos pretenden que el déficit fiscal que no sea tan grande. Y entonces nosotros éramos un costo y nos despidieron a 900 sin avisar. Dejaron a 900 personas sin trabajo, entre ellas a todos los delegados gremiales del Instituto. Sin previo aviso, sin mail, sin nada, solamente los borraron del cheque.
-¿Aprovechando la eterna precarización laboral del trabajador estatal? ¿Tampoco les pagaron indemnización?
-Llevamos 40 años precarizados como trabajadores del Estado. Sin nada, sin liquidar de sueldo, vacaciones, nada. Y nos quedamos en la calle. Somos 900 trabajadores formados: médicos, veterinarios, ingenieros agrónomos, contadores, abogados, que hacíamos los proyectos y que teníamos una inserción en el territorio, que era muy fuerte, no solamente como política pública para la agricultura familiar, sino que también llevamos a la política de desarrollo social, porque íbamos a los territorios muy profundos donde no llega nadie.
-En realidad cuando llegás hasta un establecimiento de un pequeño productor, los problemas siempre son múltiples.
-También hacíamos el registro de la agricultura familiar (Renaf), en un momento el Monotributo Social Agropecuario e hicimos muchas cosas. Yo creo que esta política era importante porque era la única política pública para el sector. Ahora no existe.
-¿En qué quedó el Inafci?
-Quedaron 80 personas trabajando en la oficina de acá, en Paseo Colón. De los del campo no quedó nada ni nadie. Fueron a buscar los mobiliarios, fueron a buscar las camionetas. Se trajo todo para Buenos Aires. No quedó nada en el interior, no quedó nada. ¿Qué están haciendo ahora? Armaron dos subsecretarías, una de Economías Regionales y otra de Agricultura Familiar. Y todo eso va a estar a cargo de la interventora que es Inés Liendo, que viene de Salta no tiene antecedentes. Habló muchas cosas, dijo que en las provincias éramos todas unidades básicas de militantes. No somos unidades básicas, no somos militantes.
-Ella también es militante de Javier Milei…
–Exactamente. Nosotros creemos que la política del Estado es muy importante para sostener el tema de la alimentación. Si bien ahora Argentina está necesitando divisas, estamos con la discusión del tipo de cambio, el alimento es primordial. No podemos tener un país tan productor, uno de los mayores productores y muy eficientes en lo que se llama el agronegocio o como le quieran llamar, pero también somos eficientes produciendo alimentos con pequeños agricultores. Es decir, en la cadena cabritera, produciendo queso, dulce de leche. Al chivo lo maneja la agricultura familiar. Y la cadena de la verdura, hortaliza, todo eso la maneja la agricultura familiar. Hay un montón de cadenas. la yerba mate, los cultivos industriales.
-¿Entonces?
-Por eso me parece que es muy importante que este sector sea atendido y que haya una política pública eficiente, con presupuesto y que se reincorporen los trabajadores, porque acá hay mucha experiencia acumulada que de muchos años que han trabajado en nuestro territorio y que podemos ser útiles para un proyecto de nación soberano.
-Mas allá de visibilizar esta situación, ¿legalmente han apelado o están atravesando alguna instancia?
-Vos sabes que hay una ley de la agricultura familiar, que fue votada en 2014. Fue sancionada y fue aplicada, pero no le pusieron plata. Por supuesto que esa ley no la pueden volar.
-Pero tampoco el kirchnerimo hizo demasiado con esa ley…
-No, no, no. Eso queda muy claro, porque si no los trabajadores tendríamos que estar todos en blanco. Es decir, está claro que es un problema que viene de lejos. Nosotros por eso no cargamos todas las tintas contra un gobierno. Estamos cargando las tintas sobre el Estado que ha dejado a un sector importante de la sociedad -que produce alimentos- y a trabajadores que veníamos trabajando allí. Esta política pública tiene una ley, Todos los organismos internacionales, como la ONU, la FAO, reconocen a la agricultura familiar como un sector estratégico.
-¿Y judicialmente?
-Es necesario que nosotros estemos trabajando y estemos reinstalados. Muchos de nosotros somos delegados gremiales. La Constitución Nacional da fueros gremiales a los más de 70 u 80 delegados que teníamos. Hemos hecho acciones legales con nuestro gremio, ATE. Tuvimos reuniones con Fernando Vilella y ahora con el nuevo secretario no pudimos reunirnos. También tuvimos reuniones con la interventora. No tenemos respuesta. Solo quedaron algunas compañeras en casos de enfermedades grave y jubilaciones. Los demás estamos todos afuera y por eso estamos hoy acá, peleando, haciendo un reclamo, contándole a la gente que viene a la Exposición Rural que también conozca que hay otra realidad, que el pueblo argentino está sufriendo.
Perfecto.El programa de Agricultura Familiar,estaba diseñado para afiliar gente a La Campora y ubicar ñoquis.Hay que enterrarlo 50 mts bajo tierra,para que a ninguno se le ocurra recuperarlo!!!