Los pivotes de riego podrían tener más de una utilidad. Gracias a una serie de tecnologías desarrolladas en Córdoba ahora los probará como plataforma para instalar sobre ellos unos sistemas de autogeneración de energía eléctrica. Y debajo de ellos, junto a los conductos que arrojan agua sobre los cultivos, otros dispositivos que pueden realizar en simultáneo al riego las aplicaciones necesarias de fertilizantes o agroquímicos.
Un modelo de este pivote “todo en uno” será instalado en las próximas semanas en el INTA Manfredi, donde abundan los fanáticos de la agricultura de precisión y la maquinaria agrícola de avanzada. “El sistema está llamado a tener proyección nacional y mundial por el conjunto de beneficios que aportará, tanto para las áreas en las que ya se utiliza el riego complementario como para poner este al alcance de productores de cualquier tamaño y de nuevos cultivos”, se entusiasmaron en ese organismo.
Veremos qué sucede. Por lo pronto, en breve comenzará la instalación del pivote en los campos experimentales del INTA cordobés y allí se podrá ver el funcionamiento. Por un lado, el módulo de riego contará con uno de los primeros “Hummingbird” fabricados en el mundo. ¿Qué es eso de nombre tan raro? Se trata de una tecnología de última generación desarrollada en Córdoba por el ingeniero Santiago Prandi. Pinta lindo el invento. Tanto que para su fabricación, la empresa de Prandi decidió establecer una sede en Estados Unidos con el respaldo de compañías alemanas y estadounidenses que le darán proyección mundial al modelo.
El sistema transforma a la tradicional máquina de regar en una herramienta multitarea, dotada de sensores y dispositivos que permiten de manera autónoma la aplicación de agroquímicos y fertilizantes. También, a través de un carril que permite que el dispositivo se desplace a lo largo del pivote, una y otra vez, se podría realizar con cámaras especiales un monitoreo de los parámetros del suelos o los cultivos.
No es lo único. El INTA Manfredi explicó que además estaos equipos posibilitarán la autogeneración de energía, uno de los costos de mayor gravitación a la hora de que decidir si es conveniente instalar un sistema de riego en cada campo, por el impacto de las altas tarifas de la generáción y distribución tradicional. Por un lado se ensayará mover los larguísimos equipos de riego a partir de paneles solares instalados en los propios pivotes. Pero a la vez se ensayará hacerlo con un generador alimentado con el biogás producido con los efluentes de un tambo que funciona en ese lugar. Las variantes son enormes.
“El proyecto está concebido con el fin de promover una eficaz política de rápido crecimiento del área de riego, al tornarse sumamente factible la incorporación del riego y sus innovaciones tecnológicas, tanto por su viabilidad económica como por sus resultados productivos, de rentabilidad y, en suma, de estabilidad de la empresa agropecuaria pyme”, apuntó el agrónomo Eduardo Martellotto, quien junto al propio Prandi coordinan la puesta en marcha del experimento.
Según el experto del INTA, este proyecto de investigación pretende “demostrar la viabilidad” del pivote multipropósito en el agro argentino y apoyarla con información respaldada por una consistente plataforma técnica, empresaria e interdisciplinaria.
De allí que en la iniciativa participen varias instituciones públicas y privadas. El INTA, que es la sede del Proyecto, participará con sus equipos de técnicos y científicos y toda la infraestructura operativa. El Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba cooperará y tambien lo harán los Ministerios de Agua, Ambiente y Servicios Públicos y de Ciencia y Tecnología; universidades; y demás organismos competentes en la materia.