Más que los conflictos con el Gobierno, el principal problema de los productores agropecuarios en Chile es el cambio climático. Lo define Francisco Contardo Morandé, periodista agropecuario de ese país. “Se requiere de mayor infraestructura de riego para hacer frente a 10 años de sequía que ya es estructural”, dijo a Bichos de Campo relatando las urgencias de los sectores productivos del país trasandino.
La escasez de agua es un problema serio y generalizado en Chile, un país que produce encajonado entre mar y cordillera. “Necesitamos embalsar, conducir y utilizar las napas subterráneas”, declaró el director Ejecutivo de ComunicAgro.
“A diferencia de Argentina, que tiene una agricultura extensiva muy potente, nosotros tenemos una agricultura de menor extensión de terreno, encajonada en valles inferiores y con un clima que no se caracteriza por lluvias”, explicó Contardo.
Queda claro que la mayor prioridad de Chile pasa por utilizar mejor el poco agua disponible. “Actualmente hay dos mega proyectos de carreteras hídricas, uno por cordillera y otro por mar a través de un tubo flexible, pensados para llevar el agua desde la zona sur a la zona frutícola en el norte que es eminentemente frutícola”, resaltó Contardo.
De acuerdo al periodista, “Chile es una potencia frutícola, no tenemos soja, tenemos poco maíz y de hecho este cereal se importa en más del 90% desde la Argentina, y lo mismo pasa con el trigo y los cereales. En ese sentido tenemos una economía agrícola bien complementaria con Argentina por ese lado”.
Mirá la entrevista completa a Francisco Contardo Morandé:
Chile sí es potencia cuando exporta su fruta al Hemisferio Norte en contraestación. “Cuando ellos están en el invierno le mandamos fruta del verano nuestro a Estados Unidos, Canadá, países de Europa y China que se ha convertido en el principal mercado de nuestra fruta”, dijo Contardo.
¿Y cómo se lleva la actividad agropecuaria y la política pública? El comunicador chileno dijo que “en los últimos 30 años hubo dos conglomerados que se fueron turnando el poder, similar a la situación de los demócratas y republicanos en Estados Unidos, sólo que acá hay dos grupos no muy extremos, sino mas bien de centro izquierda y de centro derecha, los cuales cada cierto tiempo producen una alternancia en el poder”. Luego aclaró que “si bien hay cambios en las cabezas políticas no se producen muchos cambios en las políticas agropecuarias de un gobierno al otro”.
El sentido positivo en la relación entre los diferentes gobiernos de Chile y el agro es que hay una política general pro exportadora y pro mercado abierto sin importar si el poder es de izquierda o de derecha. “Hay una continuidad en los equipos y eso es algo bastante positivo y reconocido por todos”, resaltó Contardo, y agregó que incluso las entidades agropecuarias intentan imponer en la constitución chilena, una serie de políticas para mejorar la calidad de vida en el medio rural, pensando en el largo plazo.
En cuanto a los gremios agrícolas en Chile, el periodista manifestó que “son bastante potentes y representativos. En general hay una dirigencia bastante respetuosa y hay una búsqueda común de acuerdos, algo muy diferente a lo que se ve en el resto del país donde hay polarizaciones de último tiempo”.
Acerca de cómo es vista la ruralidad en la sociedad chilena, Contardo explicó que “desde el punto de vista de trabajo la gente tiende a pensar que el agro es un bolsón de pobreza y por lo tanto busca la ciudad, lo que generó que en los últimos 6 o 7 años se abrieran las fronteras de la inmigración y llegara mucha gente calificada de Bolivia a trabajar en los campos; esto generó algo positivo para el sector porque los campos comenzaron a producir más y mejor, pero por otro lado esta situación muestra que cuando esos trabajos son trabajados por extranjeros es porque para quienes están dentro del país la paga no es suficiente”.
El periodista trajo de vuelta la cuestión hídrica al relato, y enfatizó que “hay sectores rurales que no tienen agua potable pero eso tiene más que ver con una deuda del Estado de no haber generado un sistema bien armado. Esto afecta de lleno a los agricultores, porque se los suele culpar de llevarse el agua cuando ven sus campos verdes, pero lo hacen por desconocimiento, porque no saben cómo funcionan los procesos agrícolas; la gente no entiende que esa no es agua potable sino agua de riego y que el sistema público es el que no cumple con su labor”.
El acceso al financiamiento es otro problema para los productores chilenos, porque se les suele pedir una doble garantía: tierra y acceso al agua. Si bien Francisco aclaró que las tasas de interés bajaron a niveles mínimos históricos, dijo que “el sector agrícola muchas veces se acoge a un sistema de contabilidad simplificada, lo cual les cierra la banca”.
Esta situación de acceso a crédito va atada a la necesidad de que muchos productores reconviertan sus producciones o productos hacia lo que los mercados les exigen. Contardo dio el ejemplo de la uva de mesa donde hay productores muy aguerridos a un varietal o sistema de producción, seguros de la calidad que producen pero quizás no es lo que están pidiéndole afuera.
“Lo que hay que producir es lo que necesitan los chinos, ahí está el negocio y hay un desafío porque a su vez se produjo una competencia importante desde el Perú. Hoy hay un bloque importante frutícola a nivel Latinoamérica que es Chile- Perú”, describió el periodista chileno.
Acerca de la competencia que les hace Perú, Contardo rescató que ese país “tomó decisiones acertadas en materia de agua generando carreteras hídricas desde el Amazonas hacia sus principales valles, y entraron fuerte con la producción de uva. Tienen menores costos de mano de obra y para ellos el recambio varietal no existe, porque partieron de 0 y son jóvenes en esto, empezaron directamente con las variedades que demanda el mercado”.
En relación al arándano, Contardo se mostró preocupado porque la producción peruana sobresaturó ese mercado. “La producción peruana bajó muchísimo los precios y se hace difícil competir en precios con estos productos, pero lo que sí nos es rentable en Chile es la cereza roja y los duraznos, los cuales han transformado los campos de la sexta y séptima región. Hoy entre Santiago y Talca es común ver campos repletos de cerezos en flor por toda la carretera, y eso es algo muy positivo”, concluyó Contardo.