Una mañana gris en Pilar, provincia de Santa Fe. Un pueblo tranquilo que de golpe recibió a más de 300 trabajadores de la industria láctea, que venían a darle un marco sonoro y de color a la visita de Sergio Massa, el ministro de Economía y candidato a presidente.
Massa llegó a la provincia de Santa Fe, un territorio en el que no le hizo campaña para su futuro puesto, a generar algún tipo de acuerdo con la cadena lechera. Había sido el 25 de julio que el Centro de la Industria Lechera (CIL) le había enviado la primera carta con los reclamos puntuales del sector para el Gobierno de la Nación, pero sin hacerle mella. Hasta los gobernadores de la Región Centro, pidiendo que la lechería sea declarada “economía regional”, se habían hecho eco de estos reclamos. Pero nada.
Hasta que en esta tarde de miércoles, después de una reunión que no fue tan cerrada como se la pretendía, Massa terminó anunciando la baja de retenciones a las exportaciones de lácteos tan reclamada, aunque solo por 90 días. Todos los productores lácteos quedarán en 0% durante ese lapso, que vence en fin de año, para que la cadena utilice ese dinero para levantar los precios al productor (se estima que la ecuación daría unos 120 pesos por litro) y evitar una catástrofe en los tambos. Recordemos que el promedio está en 111 pesos al mes de agosto. Con el adicional podrían acaso llegar a compensar el impacto de la sequía sobre sus costos.
Hubo de parte de Massa otros anuncios sin mayores detalle. Por ejemplo, el ministro no dijo cómo se aplicará el aumento del 20% del presupuesto destinado al Programa Impulso Tambero 2, que pagó la primera de dos cuotas entre el lunes y martes a los productores de leche de hasta 7.000 litros diarios. De esta manera se estima que el tope de una posible segunda cuota podría estar en 960.000 pesos. Será una inyección de dinero oficial para un sector que viene perdiendo dinero produciendo, porque sus costos superan a sus ingresos.
En tono de campaña, Massa se refirió en el evento realizado en la planta de Trembley, donde estuvo acompañado por el gobernador Omar Perotti, a la media sanción lograda por el oficialismo en Diputados para recortar el impacto del impuesto a las Ganancias sobre los salarios más altos, que beneficia de manera directa a los trabajadores lecheros está ATILRA, uno de los primeros gremios que reclamara esto durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que ahora lo recibió con algarabía, mientras se espera la sanción definitiva en el Senado.
Dentro del salón al que no se permitió el acceso a la prensa, el minsitro anunció concretamente:
- Que se sacan retenciones por 90 días
- Que se extiende hasta el 30/12 el programa impulso tambero y tendrá una mejora en el precio del 20%.
- Que la industria se debe comprometer a no aumentar precios en la góndola por 90 dias y pagar mejor al productor.
Luego del acto, un comunicado oficial estableció que “las medidas representan una inversión de 10.000 millones de pesos para mantener los tambos abiertos”. El propio Massa calculó que la quita temporal de retenciones implicará “7.200 millones de pesos menos de ingreso para el Estado y 3.573 millones de pesos puestos como inversión del Estado para sostener funcionando y produciendo nuestros tambos”.
Para la lechería estos son anuncios necesarios, que se podrían haber hecho hace mucho tiempo. Si desde julio el ministro de Economía tenía más de una carta en su poder que reclamaba esa medida.
Recién reaccionó cuando le llegó una nueva misiva este sábado, ya firmada por varias entidades de la producción y de la industria, reclamando nuevamente por la eliminación de retenciones. Esta misiva, que fue adelantada por Bichos de Campo, aceleró una reunión entre Massa y Juan José Bahillo, su secretario de Agricultura, donde se tomó la decisión de generar esta reunión con la cadena láctea en Pilar.
¿Por qué no se tomó antes la decisión? Es un verdadero interrogante, sobre todo porque Massa ya anunció otras rebajas de retenciones a economías regionales como el maní o la forestación, y sobre todo sabiendo que la producción primaria es actualmente la más afectada porque no llega a cubrir los costos. El deterioro de los números en la etapa de procesamiento industrial también tiene un impacto sobre la tarea de los trabajadores. Ahorrar un 9% de retenciones a la leche en polvo y un 4,5% que tributan los quesos y otros productos de esa cadena, será acaso un paliativo.
Son muy tendenciosos para ser un portal agrario. Sería bueno que informaran sin dar a conocer su posición política de trasfondo. O en todo caso explícitamente decirla, pero no manchar la noticia con sus “opiniones”