No es novedad que el equipo económico del gobierno argentino está diseñando una segunda versión del “dólar soja” con el propósito de reforzar la menguantes reservas internacionales del Banco Central (BCRA) y poder así atravesar el verano 2022/23 sin grandes complicaciones.
Pero las propias estadísticas oficiales muestran que en realidad más que un “dólar soja” lo que está necesitando el mercado argentino es un “dólar maíz”.
Aunque no lo veamos (aún) el “dólar soja” (recargado) ya está nuevamente entre nosotros
Al 16 de noviembre pasado, según datos oficiales difundidos hoy por la Secretaría de Agricultura, las ventas declaradas de soja 2021/22 habían sumado 31,9 millones de toneladas, una cifra equivalente al 72,6% de la cosecha. Se trata de un nivel prácticamente equivalente al presente dos campañas atrás, cuando la cosecha de soja, vale recordar, resultó ser nada menos que cinco millones de toneladas superior a la lograda en 2021/22.
Pero los números cambian completamente cuando se analiza la situación comercial del maíz 2021/22, dado que hasta la fecha se comercializó apenas el 70,8% de la última cosecha. Por otra parte, de las 41,5 millones de toneladas de maíz compradas hasta el momento por la demanda, más de 6,0 millones están aún pendientes de fijación de precio.
El nivel de comercialización de maíz se aceleró durante la gestión de Alberto Fernández porque los productores buscaron protegerse de eventuales intervenciones de mercado que, una tras otra, se fueron sumando con el propósito de desconectar al mercado interno respecto del internacional. En ese marco, el porcentaje de comercialización de maíz 2021/22 a la fecha es más de dos puntos inferior respecto al presente un año atrás.
La razón de ese fenómeno no es un misterio: luego de la implementación del régimen del “dólar soja” en septiembre pasado, se realizaron ventas masivas de la oleaginosa que, al generar una gran liquidez en las empresas agropecuarias, provocaron una disminución considerable de las ventas de maíz en el disponible. Esa “sequía comercial” sigue plenamente vigente hasta el presente.