El producto bruto del agro, principal sector generador de divisas de la economía argentina, creció en el primer trimestre de 2025, pero siguen sin contar con condiciones adecuadas para alcanzar su potencial.
La estimación preliminar del PIB de la Argentina en el primer trimestre de 2025 muestra una suba de 5,8% con relación al mismo período del año anterior, según datos oficiales (Indec). Ese crecimiento se explica fundamentalmente por un aumento considerable de la inversión (asociado a la importación de maquinaria y equipos) y, en menor medida, del consumo.
Los sectores que registraron un mayor crecimiento interanual en el período fueron el financiero con un 27,2%, la pesca con el 11,6% y el Estado (impuestos netos de subsidios) con el 10,8%, entre otros.
Por su parte, el PBI del agro argentino en el primer trimestre del año creció un 3,7% respecto del mismo período de 2024, pero no pudo superar el máximo registrado en 2022, lo que indica que sigue operando por debajo de su capacidad.
El crecimiento del PBI del agro se explica tanto por el sector agrícola como por el productor de proteínas cárnicas, aunque con matices diferentes en ambos casos.
El valor agregado de la agricultura en el primer trimestre de este año creció un 4,6% respecto del mismo período de 2024, pero sigue un 1,0% por debajo del máximo registrado en enero-marzo de 2019. Las caídas profundas experimentadas en el primer trimestre de 2023 y 2009 muestran el impacto que tienen en el sector las sequías.
El producto bruto del sector cárnico, en tanto, en el primer trimestre de este año subió un 3,3% respecto del mismo período de 2024 y muestra una dinámica creciente desde 2020 a la fecha.
El crecimiento sustancial experimentado en 2022 se explica por la combinación de una fase de liquidación de hacienda –que provocó un aumento de la oferta de carne– junto con una suba importante de los precios FOB de exportación