En abril de 2023 la Argentina importó 1,24 millones de toneladas de soja por un monto de 708 millones de dólares para procesar en el territorio nacional en el marco del régimen de admisión temporaria. Ahora bien, en términos cambiarios, ¿eso fue o no favorable? Las estadísticas públicas (Indec) dicen que sí por un amplio margen.
En abril de 2023, primer mes del ciclo comercial de la soja argentina 2022/23, las exportaciones netas del complejo sojero fueron de 732 millones de dólares.
Las cifras oficiales muestran que las exportaciones del complejo sojero sumaron 1443 millones de dólares y descendieron 37% en términos interanuales. Ese resultado fue producto de un descenso tanto de las cantidades como de los precios en un 11% y 29% respectivamente.
Si bien en marzo descendieron los precios de exportación del aceite de soja en bruto (-31% interanual) y del aceite de soja refinado envasado (-17%), se registraron aumentos interanuales en los precios de la harina de soja (+1,7%).
En tanto, las importaciones de soja el mes pasado consumieron 708 millones de dólares a partir de partidas provenientes de Paraguay (60,7%), Brasil (35,0%) y Bolivia (4,3%).
Gracias al aumento registrado por los valores internacionales de la harina de soja, el saldo final, en términos netos, fue un ingreso de divisas de 732 millones de dólares a pesar de la escasez de oferta de poroto presente en la Argentina debido a un desastre climático inédito.
Mientras que en marzo pasado un 65% de la soja procesada en el territorio argentino provino del exterior, en el presente mes de abril esa proporción habría sido de al menos la mitad (aún no están disponibles los datos oficiales de molienda de abril pasado).
En el primer cuatrimestre de 2023 las exportaciones netas de los principales productos derivados del cultivo de la soja y sus subproductos alcanzaron 2456 millones de dólares, una cifra 3600 millones de dólares menor que la registrada en enero-abril de 2022.
Las importaciones argentinas de poroto seguirán teniendo en los próximos meses un rol preponderante en el complejo sojero para poder abastecer a la industria aceitera de mercadería ante la escasez de oferta presente en el mercado argentina y las dificultades comerciales generadas por la incertidumbre cambiaria.