La historia de esta nota nació así: Cuando convocamos por redes sociales a gente con inventiva que haya desarrollado soluciones prácticas para el sector agropecuario, uno de los que respondió fue Daniel Cantale. Le preguntamos:
-¿Qué desarrollaste para el agro?
-Todavía nada. Pero me encantaría y quiero ofrecerme para hacerlo- nos contestó.
Mirá la charla con Daniel Cantale:
Daniel es especialista en mecatrónica y cree que esa disciplina puede aportar mucho al agro como rama multidisciplinaria de la ingeniería. “Tenemos que ayudar y aportarle a la gente que sabe de campo lo que uno sabe, porque uno no puede sabérselas todas. Quizás esa persona te puede decir qué le gustaría tener, y vos podrías ofrecerle la posibilidad de solucionarle algún problema”, señaló Cantale a Bichos de Campo.
Cantale confesó que no conoce a tantos productores rurales, y entonces no puede conocer qué les hace falta. Es un Bicho de Ciudad con añoranzas de campo. “Tiene una razón mi cariño por el campo. Mi papá fue nacido y criado en Pergamino; luego de terminar la colimba se vino para Buenos Aires pero volvimos muchas veces a Pergamino. Él fue metalúrgico toda su vida y yo agarré afinidad por los fierros”, explicó.
Radicado en la gran ciudad, Daniel estudió ingeniería y trabajó durante mucho tiempo para dos multinacionales de energía y automatización. “De ahí surgió mi especialidad en mecatrónica, que es la intersección entre tres conjuntos: ingeniería mecánica, electrónica y programación o sistemas. Uno no es una cosa ni la otra, sino que conoce de las tres áreas para generar productos, de los cuales el más típico sería un robot”, explicó.
El ingeniero recordó que llegó a la mecatrónica gracias a una consulta medica. “En un momento tuve un problema de salud muy puntual, lo que me llevó a un especialista en traumatología. Charlando con él, en 2007, me pasó unos folletos y me dijo ´por qué no te dedicás a hacer esto, que en Argentina no hay productos confiables, de alta calidad, y si los hay, tienen precios astronómicos que la gente no puede pagar´. Eran sillas de rueda motorizadas. Me quedó la idea en la cabeza, y como pasa en la vida y nos pasa a todos, hay procesos. Ese proceso de maduración llevó un tiempo en mi, hasta que en 2009 empecé a hacer prototipos”, describió.
“Me entusiasmé a punto tal que en 2013 renuncié al trabajo que tenía y lancé este emprendimiento por mi cuenta”, reveló Cantale, quien desde ese año hasta hoy se dedica al diseño y fabricación de sillas de rueda motorizadas de altas prestaciones, para todo terreno y con comando electrónico.
Su marca de sillas motorizadas y robotizadas es MubMi Soluciones de Movilidad. “Son altamente sofisticadas, dado que tienen opcionales de motorizar el asiento de forma tal que este se eleve, o que la persona se pueda poner de pie, que se transforme en una camilla, y además permite movimientos terapéuticos. Esa es mi especialidad hoy y de eso vivo”, agregó.
Acerca de si el campo podría requerir de la mecatrónica, Cantale remarcó que “tenemos que ser conscientes de que, si tenemos algún futuro como sociedad, será trabajando y poniendo foco en campos como la energía, el turismo, pero principalmente la agricultura y ganadería. Hay que poner mucha inteligencia y materia gris porque, si bien la pampa tiene sus ventajas competitivas respecto del resto del mundo, estamos en la era de conocimiento”.
Si desean contactarse con Daniel Cantale, pueden hacerlo a través de sus redes sociales, Facebook, Twitter e Instagram.