La postal del este salteño, vista desde Las Lajitas, es de contrastes. Tractores, silobolsas, charlas técnicas y tecnología para el agro. Todo parece brillar bajo el sol de la reconversión productiva que atraviesa Salta desde hace años. Pero en medio de ese vértigo sojero-maicero también está Daniel Luis Beltrán, horticultor y presidente de la Cooperativa Agrosar, una organización que intenta agrupar a los pequeños productores de Apolinario Saravia, a unos 50 kilómetros de allí.
“Esta zona es grandísima, tiene unos 160 kilómetros de largo y está compuesta por cinco municipios. El 10% de la producción granaria del país sale de acá. Pero en ese 5% que nos dejan, nosotros producimos hortalizas”, explica Daniel a Bichos de Campo.
En la región hay unos 350 pequeños productores hortícolas. Cada año, entre todos sacan entre 7 y 8 millones de cajones que se distribuyen, principalmente, hacia el sur del país. Sin embargo, apenas 25 de ellos están nucleados formalmente en Agrosar. ¿Por qué tan pocos? “Falta culturización del cooperativismo”, se sincera Beltrán. “Queremos estar solos y no nos damos cuenta de que organizados somos otra cosa”.
“Nosotros vamos un poco a lo agroecológico, aunque también hacemos algo convencional. Pero los grandes productores usan muchos agrotóxicos, y eso nos afecta. A veces nos cae la deriva sobre las hortalizas. Es gravísimo”, afirma Beltrán. El problema, lejos de ser nuevo, parece enquistado. “Ya tuvimos años duros. Ahora se viene mejorando, pero no alcanza”.
Daniel integra la Mesa Provincial del Algodón, espacio donde conviven funcionarios, privados y organizaciones. “Es importante estar ahí. Porque si no estás, no te escuchan. Ahora, como cooperativa, podemos plantarnos y decir: ‘Muchachos, nos están jodiendo’”.
La relación con los grandes productores es, como en muchos puntos del país, una convivencia tensa. “Tratamos de convivir. Hay algunos que entienden, otros no. No son todos. Pero con ciertos productos que se usan, no deberían perjudicarnos. Lo agroecológico no resiste una deriva”, subraya.
Para Beltrán, los dos grandes temas que atraviesan hoy a Agrosar y a toda la horticultura del departamento son la deriva y la falta de organización. El primero los daña directamente; el segundo los debilita frente a intermediarios, precios bajos e insumos caros. “Nos compran a dos pesos y lo venden a diez o veinte. Eso perjudica tanto al productor como al consumidor”, denuncia.
Mirá la entrevista completa con Daniel Luis Beltrán:
Desde el gobierno provincial hay señales de apoyo, pero también límites. “A veces dicen: ‘Vamos a lanzar un nuevo programa’, y justo cae la deriva. Entonces no se puede avanzar. Pero creemos que esto se está entendiendo cada vez más”.
Daniel lo resume con una mezcla de esperanza y experiencia: “La convivencia va a ser posible si cada uno entiende que no puede joder al otro. Y el cooperativismo es la herramienta que nos permite decir eso, con fuerza y con nombre”.