Aunque los Calleri nunca buscaron vivir del pecán, cuando iniciaron con su cultivo lo hicieron comprometidos con el largo plazo. Por eso decidieron ser cautos y arrancaron, en su Tucumán natal, con una primera plantación de 10 hectáreas.
“Somos una empresa agropecuaria y de construcción, a la que ahora le sumamos el pecán. La idea era mantener la estructura del campo”, contó a Bichos de Campo Federico Calleri. Es por eso que recién cuando obtuvieron las primeras señales de retorno de la inversión original apostaron a ampliar la superficie productiva.
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“Cuando empezó a ser una unidad de negocio es que empezamos a crecer la plantación. Hoy estamos con 70 hectáreas y con una planta de acondicionamiento”, señaló el productor.
Pero lejos de ser expertos en su cultivo, el tucumano cree que la clave de su éxito está en el trabajo asociativo y colaborativo que lograron entablar con la Cámara de Productores de Pecán, quienes los guiaron en esta nueva actividad.
“Ayuda mucho para no entrar en algo nuevo solo y cometer errores. Es vertiginoso porque todos los días vas descubriendo cosas nuevas y se sigue invirtiendo. El que entra lo hace con muchas promesas, crecimiento y con muy buena rentabilidad una vez que se estabiliza el proyecto”, sostuvo Calleri, que hoy trabaja en conjunto con otros pecaneros de su provincia, con quienes analiza estrategias productivas.
“El obstáculo más grandes es no buscar apoyo. Esto va desde las variedades que se plantan hasta cómo se produce y comercializa. Muchas de las inversiones se hacen en campos chicos, tenés que adquirir máquinas y quizás te podés asociar con un vecino y hacerlo en conjunto. Creo que es la manera de llevarla adelante al comienzo del proyecto”, indicó el tucumano.
-¿Qué presente notás hoy en la producción de pecán?– le preguntamos.
-Lo veo como una actividad con mucho futuro. Es muy nueva, hay muchas plantaciones que todavía no entraron en producción. Capaz que la siguiente etapa sea la de armar la parte industrial, porque estamos viendo que no toda la nuez que se exporta va con cáscara, sino también va pelada. A futuro eso puede ser un cuello de botella para sacar la producción de los campos.





