El gobierno planea avanzar en la implementación de una nueva “retención” orientada a retribuir a empresas del sector semillero y al INTA.
La nueva contribución, según determina el proyecto oficial, contempla un 1,5% del valor de la producción de soja, trigo y cebada comercializada, algo que, con el volumen de la presente cosecha 2021/22 y los precios actuales de esos tres productos, representaría una suma del orden de 50.000 millones de pesos.
Aquellos productores que hayan sembrado semilla fiscalizada, deberán luego pedir el reintegro del aporte compulsivo del 1,5%, lo que representará seguramente una pérdida de capital importante en un contexto inflacionario.
Datos recopilados por el Instituto Nacional de Semillas (Inase) con registros del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) indican que el uso de semilla fiscalizada en soja y trigo se encuentra en el 30%, mientras que en el caso de cebada se ubica en el 26%.
Eso implica que el Estado debería devolver unos 15.500 millones de pesos a los usuarios de semilla fiscalizada (¿en un plazo de cuánto? ¿uno, dos o tres meses?) para quedarse con 34.500 millones de pesos.
De esa suma estimada en 34.500 millones de pesos, un 10% se destinaría al INTA, es decir, 3450 millones de pesos, mientras que otros 690 millones serían transferidos al Instituto Nacional de Semillas.
El monto restante, unos 30.000 millones de pesos, serían destinados a la Asociación Argentina de Protección de las Obtenciones Vegetales (Arpov), la que a su vez debería implementar un mecanismo para repartir regalías entre las diferentes empresas del sector en función del valor del germoplasma y eventos biotecnológicos comercializados en cada campaña.
Falta aclarar que el gobierno recibe u$s 530 ( billete) por tonelada y el productor recibe $ 48000, es decir u$s 137. Los u$s 397 restantes se los queda el gobierno.
Entonces, quién es el especulador? Quien es el malo ,el que trabaja o el que roba? Eso hace el gobierno ROBAR!!!