El mercado argentino de trigo no tiene grandes noticias para aquellos que decidieron retener cereal o bien que este año incrementaron el área de siembra para aprovechar la excelente condición hídrica inicial.
Las últimas cifras oficiales disponibles, correspondientes al pasado 3 de septiembre, muestran que los exportadores habían comprado 12,38 millones de toneladas de trigo 2024/25, de las cuales 10,74 millones tenían precio hecho.
“Si bien a simple vista podría parecer que la exportación está sobrecomprada, la realidad es que en promedio se venden anualmente a la industria molinera entre 2,5 y 3 millones de toneladas”, remarcó un informe de Kimei Cereales.
Es decir: una porción de las compras realizadas por las empresas agroexportadoras no se embarcan, sino que se comercializan internamente.
“Desde hace años se lucha para que las compras del sector exportador que luego se destinan a la industria local se transparenten. Esto permitiría tener cifras más claras tanto de sus compras como de las de la industria”, reclamó Kimei Cereales.
En los últimos meses el valor del trigo Rosario disponible se mantuvo relativamente estable en un rango de 195 a 205 u$s/tonelada, mientras que los futuros correspondientes al ciclo 2025/26 vienen cayendo de manera progresiva.
“De hecho, si se mantienen los diferenciales de precio entre el mercado disponible y los que cotizan en A3 para la campaña 2025/26 (noviembre, diciembre 2025 y enero 2026), la estrategia más lógica sería vender todo el stock disponible y comprar futuros”, explica el informe.
“Sin embargo, esto es Argentina, y como en el popular programa de economía de la televisión, surge la pregunta: ¿Qué hacemos con los pesos?”, ironizó en referencia al riesgo de mantener tenencias en pesos en un contexto de inestabilidad macroeconómica.
Por su parte, la industria molinera enfrenta un mercado bastante complicado porque los precios del trigo suben en pesos debido al ajuste cambiario, pero el producto que comercializan (harina) se encuentra en un mercado sumamente pesado, tanto para vender como para cobrar, lo que dificulta cualquier aumento por motivos inflacionarios.
“Esta situación es difícil de resolver, sin mencionar que cobran en pesos con cheques que van desde los 15 o 20 días hasta los 60 días. En este contexto, la situación es simplemente difícil”, resalta Kimei Cereales.
En ese contexto, la corredora de granos entiende que los valores de cosecha de trigo 2025/26 en un nivel de 187 a 190 u$s/tonelada serían “piso”, no aparecen, sin embargo, chances de una recomposición importante.
“Hay que tener presente que, si todo marcha bien, estaremos frente a una cosecha que oscilará entre 19,0 y 19,5 millones de toneladas. A esto habrá que añadir, según nuestra estimación, entre 2,7 y 3 millones de toneladas, lo que eleva la oferta total en un rango de 21,7 a 22,5 millones de toneladas”, asegura.
Eso implica que el sector exportador confía en que estará bien abastecido de trigo hacia fines de este año y, por lo tanto, no tiene apuro alguno por salir a comprar grano.
Al 3 de septiembre, según el último dato oficial, el sector exportador había comprado un total de 2,4 millones de toneladas de trigo 2025/26, pero de ese volumen solo 596.600 toneladas tienen precio hecho, mientras que el resto es “a fijar”. Por su parte, las compras totales de la industria suman 51.900 toneladas, de las cuales solo 18.900 toneladas tienen precio.
“Algo que resulta llamativo es que, a la fecha, no se ha registrado ni una sola Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE)”, concluye el informe.