Como muchas otras organizaciones empresarias y de la sociedad civil, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) aprovechó sus cinco minutos de gloria (el tiempo que ceden los diputados a las instituciones que quieren opinar sobre el proyecto de Ley ómnibus que discute el Congreso) para denostar con fuerza la pretensión oficial de subir las retenciones a la exportación, entre otras medidas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
“La libertad no puede estar atada a una mochila de impuestos que nos impida disfrutar de ella”, cerró su alocución el dirigente bonerense Pablo Ginestet, quien habló en nombre de CRA frente al plenario de comisiones que analizar el mega proyecto de ley. La frase estaba claramente dirigida a los funcionarios de La Libertad Avanza, el partido de Milei, que han propuesto al Congreso que le delega las facultades para subir o bajar retenciones a su antojo hasta 2027. Y además que avala ahora una suba generalizada de todos los productores al 15%, salvo algunas economías regionales que serían exceptuadas y la soja, que tributará 33%.
Ginestet, en este contexto, recordó que “los productores agropecuarios venimos pagando retenciones, hace varias décadas, y en los últimos 20 años hemos aportados en ese sentido más de 200.000 millones de dólares. Sabemos lo que son, el dolor que causan y los límites a la producción que imponen, por eso no las queremos”.
Allí fue que el ruralismo expresó “decepción” con la iniciativa de MIlei, que en campaña había prometido eliminar los derechos de exportación. “Nos vemos decepcionados de que después de tantos años se siga insistiendo con recetas que ya están probadas y que fracasaron”.
En ese sentido, el ruralista debatió con Fernando Vilella, el secretario de Agricultura, que días atrás defendió las retenciones como reguladoras de los precios al consumidor. “Las retenciones no bajan el precio de los alimentos, como ha dicho erróneamente un funcionario en este recinto, todo lo contrario, limitan la producción. Son meramente un instrumento recaudatorio, que no solo limita y empobrece a los productores, sino que también impide el desarrollo de todas las comunidades del interior de este país”, replicó el dirigente de Carbap.
Por eso CRA exigió: “Este impuesto debe ser eliminado en las cadenas que generan exportaciones. La Argentina precisa un shock productivo, no un shock impositivo”.
Y consideró que debe ser la política la que haga el ajuste. “El principal desafío ahora es como lograr un presupuesto sin déficit y sin aumentar los impuestos. Invitamos a todos los legisladores, gobernadores e intendentes a dejar de lado las chicanas e invertir esa inteligencia, tiempo y esfuerzo en buscar dentro de los enormes gastos del presupuesto como ahorrar esos pesos necesarios, para que no sea necesario aumentar retenciones”, pidió el ruralista.
Otro roce planteado con Ginestet con el flamante secretario de Agricultura de Milei fue referido al artículo 241 del super proyecto, que propone la adhesión argentina al convenio UPOV 91. En este sentido CRA ratificó que el tema “debería ser debatido dentro del contexto de una nueva Ley de semillas”, como se estableció en un comunicado compartido con Federación Agraria y la Sociedad Rural.
“Necesitamos una nueva Ley de semillas, una que equilibre los derechos entre los productores y las empresas que generan el germoplasma o los eventos biotecnológicos. Y esta ley tiene que ser uno de los próximos desafíos de este Congreso”, pidió el dirigente.
Que cracks que son. No quieren poner un mango para exportar pero quieren disfrutar de los puertos, rutas, calles, aeropuertos, etc., que dispone el estado. Con qué creen que se financian esas cosas? Productores más empobrecidos? El más laucha tiene 4 RAM, 2 derpa en puerto madero y 5 estancias. No jodan.