En un comunicado de prensa en solitario, sin el acompañamiento del resto de las entidades de la Mesa de Enlace, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazó los términos de la decisión tomada por el Banco Central “por la que se prohíbe a las entidades financieras otorgar créditos a una tasa del 24%, de acuerdo a lo previsto en la Comunicación A 7006, a los productores que tengan almacenado más del 5% de la cosecha estimada anual por tratarse de una medida arbitraria y discriminatoria”.
Los ruralistas explicaron que la cosecha actual de soja todavía no terminó, así que “es prematuro hablar hoy de ‘stockeo’ de mercadería”.
“En virtud de esta resolución, un productor que posea soja o trigo con destino uso como alimento para ganado o para pago de insumos para la próxima campaña o para cumplir con el compromiso de arrendamientos dejaría de ser sujeto de crédito perdiendo en consecuencia capacidad de inversión en insumos imprescindibles para la producción”, cuestionaron desde CRA.
Tal como informó Bichos de Campo, este viernes el Banco Central comunicó a las entidades financieras que no podrán otorgar a partir de lunes próximo los créditos subsidiados con una tasa anual del 24% a aquellas personas humanas o jurídicas con actividad agrícola que mantenga un acopio de su producción de trigo y soja mayor al del 5% de su capacidad de cosecha anual. En el medio rural se consideró que -con esta decisión- el gobierno intentaba apurar las ventas de soja, cultivo que está en plena cosecha.
CRA indicó que es injusto calificar a los productores de acaparadores. “El análisis de la comercialización de la cosecha 2019/20 muestra que el ritmo de ventas es superior al del año pasado, por lo que no existe ninguna evidencia o indicio de que los productores estén reteniendo la producción ni mucho menos especulando con la evolución del tipo de cambio”, se explicó.
“Cualquier acusación en este sentido carece de fundamento, es injusta, malintencionada y ofensiva para los productores de todo el país que trabajan a destajo, arriesgado su salud y la de sus familias, para mantener abastecidos los mercados con alimentos para todos los argentinos”, destacó la entidad, que estuvo en vano intentando conciliar un texto unificado con el resto de las entidades del sector.
“El directorio del BCRA tomó una serie de decisiones tendientes a garantizar la rentabilidad positiva de los depósitos en pesos en el sistema financiero, para las empresas, como para las personas y para los productores agropecuarios que liquiden cosecha”, explicaron voceros de la entidad.
Además, indicaron, se generó un incentivo a los bancos para que salgan a capturar depósitos DIVA (Depósito Interés Variable) ligados a la cotización de cereales y oleaginosas. “Es para atraer a los productores que liquidaron cosecha desde noviembre y que van a poder hacer estas colocaciones. Estos depósitos acompañan la evolución del precio de la soja”, aclararon desde el Banco Central a la agencia Télam.
Pero este condicionante de adelantar las ventas para recibir créditos fue muy mal recibido por el sector, que ya vivió una experiencia similar en noviembre de 2014, cuando el Banco Nación cerró su línea de financiamiento a los productores que no hubieran vendido determinados porcentajes de sus cosechas.
“En lugar de idear medidas que castigan a los productores, sería mucho más conducente procurar mecanismos constructivos para incentivar o acelerar el ritmo de inversión productiva y de generación de divisas, partiendo de la premisa que la cosecha es del productor y no del Estado Sería conveniente que el Estado apuntara a generar la confianza y la previsibilidad necesarias para apuntalar la inversión, la incorporación de tecnología y el aumento de la producción”, retó CRA a las autoridades.
Y concluyó: “El campo, exige ser tratado sin discriminación, reclamando que se apuntale su competitividad reduciendo la presión impositiva y evitando el disparate de medidas inconducentes como las anunciadas”.