Durante las últimas dos semanas las precipitaciones en las regiones agrícolas brillaron por su ausencia y los cultivos empezaron a mostrar signos de fuerte estrés hídrico, especialmente en la zona núcleo del país, aquella comprendida entre el noroeste de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sureste de Córdoba.
En ese enclave, tanto la soja como el maíz venían atravesando una buena campaña, con guiños positivos incluso previos a la siembra: recomposición de humedad en el suelo luego de un invierno seco, condiciones sanitarias y de malezas favorables, y condiciones macroeconómicas que invitaban a invertir en tecnología.
Este panorama auspicioso para los cultivos estivales contaba hasta hace dos semanas con estimaciones de cosecha y producción que apuntalan las buenas proyecciones que se tienen a futuro.
Pero dejó de llover. Y se prendió el soplete.
No la cuenten antes!!!! @LuisCaputoAR#CORDOBA (DPTO SAN JUSTO) pic.twitter.com/k0PCrMGwUb
— GABI C 👩🏼💻🦋🌟🐕💖 (@GabiC2020) February 7, 2024
La campaña que parecía ser histórica, con niveles similares a los picos de producción de años anteriores, comenzó a ver caer los rendimientos de los cultivos en tan poco tiempo, y ya las proyecciones no son tan optimistas como antes.
En el caso de la zona núcleo, donde la producción de granos encuentra su puntal de rendimiento, las lluvias se cortaron y las plantas muestran síntomas claros de estrés, soportando una seguidilla de días con temperaturas que llegaron a superar los 40 grados.
A la espera de una lluvia salvadora 🌧️🌧️🌧️🌦️🌦️, con estas temperaturas 💥💥🔥🔥solo quedan muy pocos días de supervivencia 😢😢 las pérdidas de rinde ya son importantes e inevitables 🤦🏻♂️🤦🏻♂️ y vamos por el 3er. año…😡😡 pic.twitter.com/RFePXCZxmH
— Angel A. Debiase (@AngelDebiase) February 2, 2024
Ejemplo de esto es el sur de Santa Fe, donde los maíces venían bien. El especialista del INTA Oliveros Facundo Ferraguti explicó a Bichos de Campo que en esta campaña hubo tres grandes grupos de siembra de maíz: Los de primera, sembrados a principios de septiembre; los de primera tardía, a fines de octubre; y los maíces tardíos, sembrados principalmente en diciembre.
Según explica Ferraguti, los primeros se salvaron de la ola de calor y falta de lluvias, dado que atravesaron el período crítico en condiciones menos limitantes y ya están hechos. Pero hay un área considerable de maíces de octubre que aún resta definir el peso de los granos y se encuentran en este evento climático un argumento devastador.
Al respecto el especialista de INTA describe: “Los de siembra temprana están definidos. He visto algunos maíces de segunda que están muy comprometidos, ya que arrancaron con perfil de suelo más seco y en algunos casos los piensan picar, según me han dicho”.
Nunca des por hecho nada antes de tiempo.
NUNCA.
NADA.
Mismo maíz hace 17 días y ahora. pic.twitter.com/QTjLWjqPA7— Andrea Passerini (@AnPasserini) February 6, 2024
Empero, hay lluvias en el horizonte. Se espera que en estos días, especialmente a partir del viernes de esta semana se recompongan las lluvias y vuelva la humedad al suelo.
La pregunta que nos hacemos es: ¿Estas lluvias pueden volver a poner en camino a los maíces que están afectados? Ferraguti explica: “Los de primera de septiembre ya están hechos. Los de primera que están terminando, por más que llueva es tarde”. Es decir, que las lluvias ayudarán solo a los maíces tardíos, a los que se sembraron bien tarde, que todavía están comenzando a definir la primera parte del periodo crítico.
Este panorama malo para los cultivos, tiene su correlato técnico, algo que para los especialistas como Ferraguti tiene mucho sentido, y que derrumbó buena parte de la estimación inicial de los cultivos.
“A priori el panorama fue bueno, se especulaba una buena campaña, porque se habían atravesado etapas que son normalmente más o menos críticas, como la implantación y el comienzo de la floración en condiciones buenas para los maíces de primera”, analiza el técnico de INTA
A su vez, Ferraguti subraya: “Se vio que se estaba instalando e implantando a buen ritmo el maíz tardío, entonces de no haber habido ninguna falla, digamos, hubiera sido una proyección de buena campaña. Pero bueno, ecofisiológicamente se entiende todo lo que pasó”.
Maíz temprano. Antes del soplete pintaba para 10 ton/ha o más. Creo que rondará 85 qq.
Sin embargo los datos de maíces picados no están superando 30 ton MV/ha. O están muy secos o rinden menos de lo que se aprecia o ambas cosas. pic.twitter.com/agI8AiM4uV— Ludangi (@ludangi) February 6, 2024
Para entender lo que pasó en estas dos semanas, y lo que puede llegar a cosecharse, el especialista hace foco en el período crítico del cultivo y explica técnicamente que pasó. “En los primeros 15 días anteriores a la floración, se define el tamaño de la espiga. Y eso en muchos casos se está haciendo con altísimas temperaturas y señales de estrés hídrico bastante importantes. Ahí por más que llueva, ya tenés algo reducido el rendimiento en cuanto a tamaño potencial de espiga”.
Al referirse a la espiga, ya se nota el primer precedente de pérdida de rendimiento. Sin embargo, hay otros maíces que ya están ya más adelantados en el ciclo, y ya están comenzando a florecer, que son los menos, pero es lo que va a pasar en estos próximos días.
Al respecto Ferraguti aclara: “Va a haber maíces de fecha tardía floreciendo y va a verse afectado el proceso de polinización y de cuaje de los granos. Es decir, se van a afectar cuántas de esas flores de las espigas van a ser potencialmente granos, y cuántos de los granos que recientemente están formados van a cuajar y fehacientemente van a terminar siendo un grano”.
Soja, maíz y sorgo se segunda, el maíz viene sufriendo más la falta de agua, parece que la semana que viene llega la lluvia
📍Lobería/Balcarce@EstudioEdm pic.twitter.com/Aq9CTNrtDY— Juan Pablo Martínez (@JuanPabMart) February 4, 2024
La otra preocupación del especialista es el día después y la posible recuperación: “Más adelante, si no nos recuperamos, que esperemos que sí, los granos que cuajaron, ¿Cómo van a llenarse con las hojas que se han estado perdiendo en estos días por el estrés hídrico y por falta de nitrógeno, y por el hecho de los golpes de calor? Esas hojas están destinadas a sostener la tasa de llenado de los granos y garantizar la duración del periodo de llenado de granos para cumplir con el peso potencial establecido”, destaca Ferraguti, ya en clave híper técnica, pero que resume las distintas opciones de recuperación o no de los maíces, y aun así, ver reducido el rendimiento esperado inicial de una campaña que tenía todo para dejar atrás definitivamente la sequía del 2022/2023.
Hoy fui a recorrer unos lotes de maíz de segunda tipo 10 de la mañana antes que se cocinen. Y hay sectores que ya a esa hora estaban en marchitez. Abro hilo pic.twitter.com/jEnIeDfQeX
— Diego Rodriguez (@DRServAgro) February 2, 2024
Aún así todo está abierto. Las lluvias pueden poner en carrera algunos maíces, mientras que otros ya empiezan a sacrificarse y destinarse a consumo animal. La campaña que tenía todo para ser récord, dejó ese lugar intacto. La 2024 podrá ser una campaña aceptable, pero nada parece indicar que será récord.
*Foto de Portada: Maíz tardío en Colonia El Toro, al suroeste del distrito Carlos Tejedor. Subida a X por @VascoGarciandia
Clarísima la explicación sobre el estress, y llenado de granos final en la espiga…
El cielo aveces nos pasa factura …. pero el suelo y los métodos innovadores seran la alternativa para perder menos rendimiento ante condiciones malas , se debe compensar potencial .
Siembra SUPERLATIVA H.R