La producción argentina de expeller de soja registró un crecimiento casi ininterrumpido desde 2004 para terminar el 2020 con más de 936.000 toneladas.
La provincia de Córdoba destacó como la jurisdicción con mayor dinamismo con un crecimiento en la producción de expeller de soja del 71% en los últimos cuatro años, seguida por Entre Ríos (+46%), Buenos Aires (+17%) y Santa Fe (3%).
“La provincia mediterránea logró desplazar a Buenos Aires y se consolidó en el último año como la mayor productora de expeller de soja con 284.000 toneladas y una representatividad del 31%”, indicó un informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En los primeros años de consolidación del sector, 2004 a 2009, la industria exportó 7500 a 35.600 toneladas, guarismos que no se volvieron a observar hasta el año 2019, a pesar del crecimiento registrado por la producción. Los mayores compradores son Chile y Uruguay.
En el año 2020 las exportaciones fueron de apenas 5327 toneladas por un valor de 1,4 millones de dólares. “El precio por tonelada exportada no incentivó un impulso exportador al ubicarse en el último año en un promedio de 260 u$s/tonelada, muy por debajo de lo alcanzado el año previo”, apuntó el informe.
“Entre las características más importantes de esta industria en particular es la posibilidad de elaborar un producto diferenciado por Pymes, que presentan un alto potencial para fortalecer los encadenamientos productivos locales y regionales, es intensiva en empleo y su producto elaborado sirve tanto para su utilización interna como para colocar en el mercado mundial”, añadió.
La industria de extrusado-prensado tiene por objeto la elaboración de aceite de soja, el cual tiene las mismas características que el obtenido por la industria tradicional por solvente, salvo que el rendimiento por tonelada de soja procesada es de 150 kilogramos de aceite aproximadamente, unos 30 kilogramos menos que en la industria aceitera tradicional.
El otro producto obtenido de forma simultánea es el “expeller de soja”, que es utilizado como forraje, teniendo como ventaja frente al pellet de soja un mayor contenido de grasa que le aporta una mejor digestión en el consumo animal. En términos productivos, el rendimiento del expeller de soja de las industrias extrusora y de prensado se acerca a 850 kilogramos por tonelada de grano procesado, mientras que el rendimiento de pellet se ubica en 800 kilogramos.