Representantes del sector agropecuario americano se reunieron este miércoles en el pabellón Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) instaló en la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27), para manifestar que el campo, además de ser garante de la seguridad alimentaria, es parte de la solución de los problemas ambientales.
El evento en cuestión, denominado “Sistemas de producción climáticamente inteligentes: soluciones basadas en la naturaleza y el protagonismo del agricultor”, fue organizado por CREA, Aapresid y el Grupo de Productores del Sur (GPS), entidades icónicas de la Argentina en materia de prácticas sostenibles e innovación, tales como la siembra directa, en la cual el país lleva adelante el liderazgo a nivel mundial.
En el evento, realizado en la ciudad egipcia de Sharm El Sheik, participaron como expositores Marcelo Torres, vicepresidente de Aapresid; Bob Lowe, presidente de la Asociación Canadiense de Ganaderos (Canadian Cattlemen’s Association); Cecilia Jones, coordinadora de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay; y Eduardo Bastos, CEO de My Carbon, compañía controlada por la brasileña Minerva Foods. El moderador del evento, que fue abierto por el director general del IICA, Manuel Otero, fue Cristian Feldkamp, director ejecutivo de CREA.
Otero, al dar la bienvenida a los participantes, destacó la importancia de las Américas como el continente que garantiza que la humanidad pueda alimentarse y señaló que “estamos haciendo contribuciones sustantivas para enfrentar el cambio climático y esto lo tenemos que mostrar con orgullo y fuerza, reconociendo que tenemos sistemas agroalimentarios perfectibles, pero que de ninguna manera fallidos”.
También dijo que la COP27 debe ser “la COP de la agricultura” y manifestó su orgullo “por hospedar en “esta Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas estas discusiones sobre el futuro de la agricultura, una actividad clave, estratégica, porque somos productores pro naturaleza, somos una sola voz en el continente y tenemos que fortalecer cada vez más nuestro papel”.
La iniciativa representa una acción estratégica para las naciones americanas productoras de alimentos, dado que buena parte de la agenda climática promovida por Naciones Unidas es crecientemente restrictiva en cuanto a las posibilidades de crecimiento del sector agropecuario.
Desde Aapresid, Marcelo Torres expresó que “trabajamos con estrategias orientadas a mantener los suelos vivos y sus implicancias en el uso eficiente del agua, en la menor dependencia de insumos sintéticos y en la maximización del secuestro de carbono. Argentina ya es líder en el cuidado de los suelos, en el control de la erosión, en el uso de tecnologías y la innovación agrícola. Podemos posicionarnos como líderes de una agricultura capaz de adaptarse y de contribuir a la mitigación del cambio climático”.
Por su parte, el canadiense Lowe dijo que “entendemos los desafíos y somos los primeros en responder, porque tenemos responsabilidad social. La industria canadiense de la carne bovina tiene una gran historia de sostenibilidad que compartir sobre la conexión entre la cría de ganado y el medio ambiente. Hemos mejorado nuestro nivel de participación en conversaciones sobre el medio ambiente y el cambio climático y continuaremos compartiendo cómo somos parte de la solución”.
Cecilia Jones, en tanto, remarcó el trabajo de Uruguay para tomar la ciencia y convertirla en políticas públicas para producir con menor impacto sobre el ambiente. “No es solo disminuir emisiones: Uruguay tiene políticas fuertes y una producción sostenible. Nuestras políticas sirven para proteger suelos, son políticas basadas en ciencia, llevamos la ciencia a las políticas. Son reglas simples que sirven para decir ´esta es la forma de producir´. Trabajamos con productores y la academia para tener políticas consistentes”.
Eduardo Bastos, a su vez, enfatizó la importancia de, al final del día, aprovechar la producción sustentable de las Américas. “Podemos hacer más: ofrecer soluciones y capturar más y más carbono. Podemos hacer lo que muchos no pueden hacer. Tenemos la gran oportunidad de traducir esto en el supermercado, con la trazabilidad de la comida. Es posible comer bife o usar cuero con cero emisiones y sabemos que somos la gran canasta de alimentos del mundo”, indicó Bastos.
El pabellón Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, que el IICA instaló en la COP27, es un espacio para la agricultura sostenible y los sistemas agroalimentarios de las Américas que exhibe el rol clave del sector agropecuario para las soluciones climáticas y la seguridad alimentaria mundial, al tiempo que busca visibilizar las contribuciones de productores y otros actores del sector en la adaptación y mitigación del cambio climático.
Desde el inicio de la COP27, altos funcionarios de las Américas, representantes del sector privado y de organismos internacionales visitaron y participaron de actividades en el pabellón, ubicado en el Centro de Convenciones de Sharm-El-Sheik, epicentro de la Cumbre climática global, y que funciona con el lema “Alimentando el mundo, cuidando el planeta”.
La Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas cuenta 26 socios estratégicos de diferentes sectores, entre ellos del productivo como el Consejo de Exportadores de Lácteos de los Estados Unidos (USDEC, por sus siglas en inglés) y Protein Pact; aliados clave del IICA del ámbito privado en la iniciativa Suelos Vivos de las Américas como Bayer, Syngenta y Pepsico; además de organizaciones de la industria de la ciencia de los cultivos como CropLife International, entre otros.