Los sistemas agrícolas pampeanos experimentaron en los últimos años la aparición de malezas resistentes problemáticas. Frente a eso, especialistas del INTA descataron que el cultivo de carinata (Brassica carinata) puede ser una alternativa para reducir los riesgos económicos y ambientales.
“La carinata es un cultivo oleaginoso de ciclo invernal. No se trata de un commodity, sino que se comercializa bajo contratos y está orientado a un mercado específico, como el biodiésel”, explicó Leonardo Coll del INTA Paraná.
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Como pariente cercano de la colza, según indicó el especialista, la carinata cuenta con ventajas estratégicas, como una menor tendencia al desgrane en la cosecha y un menor riesgo a contraer enfermedades. Aún así, no se recomienda sembrarla en lotes bajos o zonas que presentan heladas frecuentes, ya que es sensible al frío intenso.
Ensayos realizados en e INTA Paraná buscaron analizar las mejores fechas de siembra, el tipo de herbicida por utilizar y las dosis a aplicar de fertilizantes nitrogenados. “Lo que pudimos evaluar es que, al retrasar la siembra desde finales de abril a junio, el cultivo redujo su rendimiento en forma menos marcada que la colza”, comentó Coll.
Para la siembra, recomendó hacerla superficial y evitar que el surco este cubierto de rastrojo, por tratarse de una semilla pequeña. En cuanto a los requerimientos nutricionales, puntualizó que son similares a los de la colza, ya que ambas son especies exigentes en nutrientes.
Finalmente, Coll aconsejó evitar lotes con residuos de herbicidas de cultivos anteriores, que pertenezcan al grupo de las ALS o PPO, porque pueden producir fitotoxicidad.