Aunque el nivel de humedad en los perfiles del suelo estimula un aumento en la superficie destinada a trigo durante esta nueva campaña, las lluvias y los anegamientos que aún persisten dificultan el avance en las labores de siembra.
De acuerdo con datos recientes publicados por la Dirección de Estimaciones Agrícolas (SAGyP), la intensión de siembra de ese cultivo alcanzó las 6.900.000 hectáreas, lo que representa un 5% más respecto de la campaña 2024/25, y un 9% más que el promedio de las de los últimos años.
Los factores que influyen en esto, además de la disponibilidad hídrica, son los pronósticos climáticos alentadores, la rotación en los lotes y la liquidez disponible para afrontar los gastos correspondientes.
Las provincias que concentran la superficie triguera son Buenos Aires (que se lleva la mayor parte), Santa Fe y Córdoba, seguías por Entre Ríos y Santiago del Estero. Muy por detrás quedan La Pampa, Chaco, Tucumán y Salta.
De acuerdo con el informe semanal de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), Buenos Aires registra problemas en las siembras tempranas por los excesos hídricos. “La siembra prácticamente no habría comenzado, cuando en promedio de las últimas 5 campañas el avance sería del 4%”, indica el trabajo.
En el caso de Córdoba, si bien no muestra excesos, los retrasos se debieron a las continuas lloviznas. Algo similar ocurre en Santa Fe y en Entre Ríos, donde la siembra avanza a paso lento luego de las lluvias de los últimos días de mayo.
Por el contrario, en el oeste de Santiago del Estero, el avance supera el 90%; mientras que al este, donde se ubica el 80% del área triguera, la siembra no inició.