Si bien el candidato republicano Donald Trump resultó electo presidente con el voto mayoritario de las comunidades agropecuarias de EE.UU., este miércoles los precios de los futuros de granos en el CME Group (“Chicago”) arrancaron la jornada con bajas intradiarias.
Las razones de ese fenómeno no son un misterio: el temor a que una segunda edición de una “guerra comercial” con China afecte –tal como sucedió durante la primera presidencia de Trump– los precios internos del maíz y la soja.
El panorama ahora luce bastante más complejo, porque la “guerra comercial” entre China ya no comprende solamente a EE.UU., sino también a Canadá y la Unión Europea (UE-27).
Adicionalmente, desde 2018 a la fecha el rol de los aceites vegetales tomó –y seguirá teniendo– un rol protagónico como insumo clave de una pujante industria de biocombustibles. Al respecto, es muy probable que Trump priorice el uso y la promoción sólo de aceites vegetales producidos en EE.UU., lo que garantiza un potencial alcista al aceite de soja de ese origen.
La contrapartida de ese fenómeno es que EE.UU. tendrá una oferta progresivamente creciente de harina de soja, no sólo para escapar de la dependencia de China, sino también porque será el resultado inexorable de la necesidad de fabricar cada vez más aceite de soja para elaborar biodiésel tanto convencional (FAME por sus siglas en inglés) como hidrotratado (HVO).
En ese marco, es muy probable que la oferta exportable de poroto, que actualmente se destina mayormente a China, se reoriente hacia exportaciones de harina de soja destinadas a Sudamérica, Europea y el sudeste asiática, donde competirá agresivamente con Argentina y Brasil.
Esa realidad se reflejó en la jornada de este miércoles con los futuros de aceite de soja finalizando con alzas, al tiempo que lo contrario ocurrió con los contratos de harina de soja. El poroto terminó “empatado” entre ambos.
En lo que respecta al maíz, China ya se viene adelantando en los últimos meses al escenario que se confirmó este miércoles con la reducción de compras de cereal estadounidense, lo que implica que está priorizando compras de maíz ucraniano y brasileño (y próximamente también argentino).
En lo relativo a México, en los últimos tiempos las compras de maíz estadounidense vienen creciendo fuerte ante el temor de que Trump implemente barreras arancelarias contra su socio comercial del sur y el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo active, a modo de represalia, medidas contra el ingreso de productos agroindustriales de EE.UU.
En ese contexto complejo, los futuros de maíz del CME Group, que había comenzado a negociarse con bajas este miércoles, finalizaron la jornada con subas intradiarias.