En momentos en los cuáles el negocio agrícola se torna desafiante resulta indispensable contar con tableros de comando que permitan monitorear la evolución de indicadores clave para gestionar los recursos disponibles.
En el CREA Henderson Daireaux vienen implementando hace años diferentes herramientas que, en la actual coyuntura, facilitan por demás la toma de decisiones estratégicas. “Algunas de las empresas del grupo ya venían trabajando con normas de gestión con partida doble y criterio de imputación de devengado, así que, luego de la actualización de las normas de gestión CREA (2018), el resto se sumó a esa iniciativa y ahora todas, con la misma fuente de datos, pueden realizar análisis tanto de gestión y fiscales como financieros y patrimoniales”, comentó Agustín Barattini, asesor del CREA Henderson Daireaux.
A diferencia del análisis contable, que sigue determinados protocolos genéricos, el análisis patrimonial –que tiene como objeto el estudio del activo, el patrimonio neto y el pasivo de una empresa– permite detectar el origen del crecimiento patrimonial, de manera tal de poder identificar los factores clave en ese sentido.
“Todos los años, en el mes de diciembre, hacemos una puesta en común de los análisis patrimoniales con el propósito de estudiar patrones comunes, tendencias y desvíos”, explicó Barattini en un artículo publicado en Contenidos CREA.
En el último evento al respecto quedó en evidencia que el factor financiero, que explicaba hasta el ciclo 2023/24 gran parte de los resultados obtenidos, dejará probablemente de tener relevancia en el presente ciclo 2024/25.
“En la presente campaña la gestión de costos pasa a tener un rol preponderante, así como también todo lo que hace a la gestión comercial para maximizar ingresos”, destacó el asesor CREA.
Una herramienta fundamental al respecto es la proyección de las gestiones CREA, que se pone a punto en cada reunión del CREA Henderson Daireaux, de manera tal de hacer un seguimiento tanto de los costos como de los ingresos proyectados en el ejercicio. “Las decisiones de coberturas agrícolas dependen siempre del precio objetivo que defina cada empresa en función de los rendimientos proyectados para cada uno de los cultivos”, señaló.
La metodología de trabajo consiste en dejar de hablar de precios de los granos para empezar a trabajar en función de objetivos de rentabilidad a partir de la definición de la estructura de costos de cada empresa y de los ingresos proyectados por rendimientos agrícolas y precios esperados de los granos.
El tablero permite observar y comparar el porcentaje de coberturas de precios y el valor promedio de venta de cada cultivo logrado por cada una de las empresas que integran el grupo CREA, de manera tal de advertir quiénes están realizando una gestión comercial más destacada.
“Decir que alguien vendió uno o dos camiones a tal precio no es información relevante porque no es posible inferir qué impacto tuvo esa decisión en el resultado final de la empresa; el seguimiento de las posiciones comerciales, en cambio, sí es información clave para poder visualizar si se está cerca o lejos de la meta planificada”, explicó.
“La volatilidad presente en el mercado agrícola es muy elevada e intentar capturar los máximos precios es difícil por la enorme cantidad de variables que intervienen en el mismo; pero sí es posible fijar una estrategia con un determinado porcentaje anticipado de ventas a un precio objetivo”, añadió.
La profesionalización de la comercialización agrícola tiene que ir de la mano de un proceso equivalente en el área financiera, dado que los mejores momentos para vender no necesariamente coinciden con los períodos de requerimientos de liquidez.
“Otra de las herramienta que utilizamos es un tablero de coyuntura en el cual cada empresario define sus expectativas de la dinámica de variables económicas clave sobre las cuáles se sustentan sus decisiones; esto es importante para poder entender el fundamento de cada estrategia”, resaltó el asesor.
“Estas herramientas, que fueron de gran ayuda en las últimas campañas atravesadas por problemas climáticos, en el actual escenario de cambios macroeconómicos también resultan esenciales para asegurar la sostenibilidad del negocio agrícola”, resumió.