En el agro argentino de 2025, ya no hay margen para la especulación. Con costos en alza, precios internacionales que no acompañan y tasas que recién empiezan a acomodarse, el productor dejó de pensar en la bicicleta financiera y volvió a enfocarse en producir más con menos.
En ese contexto, los fabricantes de maquinaria del interior tienen que afilar números, adaptarse a la competencia externa y, sobre todo, ofrecer herramientas que se paguen con la producción.
Algo de eso se vio en la última edición de Expoagro. Ahí, hubo un stand que llamó la atención por algo más simple que las grandes marquesinas: tractores. Chiquitos, medianos, grandes, alineados como soldados. E implementos.
Son de Roland H, los “carne e perro”, una firma cordobesa con base en Villa del Dique, Córdoba, que le pone el cuerpo al negocio de la maquinaria nacional. Y hasta ahí fuimos a dialogar con Bruno Rolandi, uno de los responsables de la empresa, que acepta charlar sin vueltas con Bichos de Campo.
“Gracias por acercarse. Para nosotros es importante contar cómo estamos como empresa, cómo nos venimos desarrollando”, nos dice Bruno, mate en mano, mientras observa el movimiento en el stand. “Y sí, estamos con un portfolio bastante amplio: tractores de 25 hasta 160 caballos, para todo tipo de economía regional, para ganadería, para municipios.”
En épocas donde la incertidumbre es moneda corriente, sorprende escuchar a alguien del sector industrial del interior hablar de buen ánimo. Pero Bruno tiene una explicación:
“Venimos de años donde el crédito no existía y el clima tampoco ayudaba. Hoy, con algo más de lluvia y una mínima recomposición del financiamiento, el productor empieza a ver que puede pagar una herramienta con su propia producción. Antes era inviable.”
Y entonces tira una frase que se repite como mantra en el ámbito agropecuario: “El escenario cambió: ya no es financiero, es productivo.” Para una fábrica del interior, eso implica un cambio total de lógica.
Mirá la entrevista completa con Bruno Rolandi:
“Antes tenías que decidir si invertías en instrumentos financieros o en bienes de capital. Hoy ya no es tentador jugar a la timba. El productor quiere ser más eficiente, y nosotros también. Tenemos que ofrecer productos con una relación precio-calidad mucho más afinada, porque el margen es mínimo.”
Claro que en este nuevo “orden productivista” no todo es color de rosa. Las importaciones, especialmente las de maquinaria usada, preocupan. Pero Bruno no se achica.
“El escenario de competitividad nos resulta cómodo. Creo que tenemos producto, red y equipo para afrontarlo. Lo que nosotros tenemos y que no se puede importar es trayectoria. Eso es lo que más reconoce la gente.”
Y en tiempos donde la venta parecía ser el fin de la historia, en Roland H la entienden como el comienzo.
“Cuando no se conseguían insumos, ahí estuvimos. Y lo más importante hoy no es cerrar la venta, sino estar después, en la postventa. Ahí empieza la verdadera relación con el cliente.”
Lo dice mientras el stand se llena de curiosos que se acercan a preguntar por un tractor de 50 caballos o un implemento para ganadería. Gente que, como Bruno, parece más dispuesta a producir que a especular.
Sigan comprando trabajo extranjeros así acá los trabajadores argentinos se quedan sin trabajo, dale nomás, total a bos qué te importa si ya la levantaste con pala
Son ciclos, si los empresarios Argentinos reinvirtieran lo que ganan en los periodos de bicicleta financiera en desarrollo y maquinaria, en los tiempos de producir, serían competitivos y no tendrían que hacer “más con menos”, pero la mayoría prefiere invertir en edificios de lujo en Miami y traerse un Mc Laren de Inglaterra ..