El comienzo del año 2023 llegó con buenas noticias para algunas zonas productivas con precipitaciones abundantes que contribuyeron a mitigar la sequía que se extiende sobre buena parte del territorio argentino.
Entre el último día del 2022 y la mañana del 1 de enero se registraron lluvias importantes en la provincia de San Luis, sur y sudoeste de Córdoba, norte de La Pampa y un sector del oeste bonaerense.
En el transcurso del primer día del año 2023 se están registrando aportes importante de lluvias en sectores del norte de Santa Fe y de Entre Ríos, sur de Corrientes y parte del noreste de Santiago del Estero.
Sin embargo, las lluvias siguen “esquivando” a muchos sectores clave de la región pampeana, que viene arrastrando un déficit hídrico hace semanas y requiere aportes enormes de agua para restablecer condiciones de humedad mínimas para el desarrollo de los cultivos de granos gruesos.
El hecho de que buena parte de la zona norte de la región pampeana argentina permanezca en estado desesperante comprometerá la oferta argentina de granos gruesos 2022/23, dado que las zonas afectadas son en muchos casos las más productivas del país.
El déficit hídrico está lejos de ser un problema solamente para el sector agrícola –que es el principal generador de divisas en la actual coyuntura argentina–, dado que también está liquidando la oferta forrajera en pasturas y pastizales, lo que obliga a “liberar” campos y, de esa manera, saturar el mercado de hacienda en un momento en el cual lo precios de la carne vacuna muestran un retraso histórico respecto de la inflación promedio de alimentos.