Luego de que el juez Fabián Lorenzini, titular del Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la Segunda Nominación de Reconquista, decidiera extender el período de exclusividad del concurso de Vicentin SAIC hasta el próximo 30 de junio, se abren dos escenarios posibles.
El primero contempla la posibilidad de que el directorio de Vicentin SAIC logre alcanzar las conformidades necesarias para homologar el acuerdo de rescate de la compañía por parte de ACA y Viterra, de manera tal que, según un cronograma tentativo elaborado por el propio Juzgado de Reconquista, lograr una posible homologación de dicho acuerdo en el mes de agosto de 2022.
De acuerdo a ese cronograma tentativo, el primer pago inicial de 30.000 dólares para todos y cada uno de los acreedores quirografarios (o la suma menor que corresponda) se haría el 25 de agosto este año. Para eso, las deudas concursales pesificadas –que en su mayor parte corresponden a productores y acopios– se convertirán a dólares con un tipo de cambio de 60,778 $/u$s, que corresponde al tipo de cambio presente al momento del inicio del concurso preventivo.
Una vez cubierto el universo de pequeños acreedores, el 1 de septiembre se haría el segundo pago inicial por 170 millones de dólares, que se distribuirá de manera proporcional entre los acreedores mayores. Y el 1 de septiembre de 2023 se habilitaría un fondo adicional de 127 millones de dólares para distribuir también de manera proporcional entre los acreedores.
Los saldos de la deuda quirografaria serían transferidos a un fideicomiso de administración, de manera tal que los créditos fideicomitidos se cancelarían íntegramente con la entrega de acciones ordinarias emitidas por la “nueva” Vicentin resultante del proceso. Los actuales socios de la concursada se comprometen a no disponer de más de 10% del capital social de la nueva empresa.
Posteriormente, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y Viterra Argentina –quienes seguirían operando las plantas industriales de Vicentin SAIC en el marco de contratos a fazón– podrán adquirir tales acciones, en manos de los deudores del concurso, en un plazo total de doce años.
El segundo escenario se presentaría si el directorio de Vicentin no logra conseguir las conformidades necesarias para lograr la homologación de la propuesta, lo que habilitaría iniciar el proceso denominado “cram down”, en el cual todos los interesados pueden presentar propuestas de rescate de la compañía concursada, de manera tal que diferentes iniciativas compitan entre sí para sumar voluntades entre los acreedores.
En el “cram down” la apertura de un registro para la inscripción de las propuestas se realizaría en julio próximo, al tiempo que la valuación de los activos estaría lista recién hacia fines del presente año para obtener una fijación del valor de las acciones –según el cronograma tentativo– en febrero de 2023.
Luego de valuar los activos, se realizaría una audiencia el 12 de mayo 2023 para presentar formalmente todas las propuestas interesadas, de manera tal que antes del 23 de mayo alguna de las mismas debería obtener las conformidades necesarias de los acreedores para resultar elegida.
En el caso de Vicentin, además de la propuesta de ACA y Viterra, existen otros dos grupos más, conformados por acopios, empresas agroindustriales y agropecuarias, interesados en presentar propuestas de rescate de la empresa.