¿Por qué el concurso de Molinos Cañuelas y CAGSA ya está prácticamente finalizado y el de Vicentin SAIC sigue en “veremos” a pesar de haberse declarado en cesación de pagos casi dos años después? La respuesta es que la propuesta de familia Navilli se focalizó en convencer a los entidades financieras internacionales, que conforman el grueso del capital concursal.
La propuesta en realidad son tres, la primera de las cuales, denominada “A”, es la que eligieron la mayor parte de las entidades financieras foráneas. Consiste en un único pago al contado equivalente al 12,5% del crédito concursal. No parece mucho, pero se abonará en dólares estadounidense.
Para los acreedores locales, en cambio, las deudas en pesos serán valorizadas en dólares al tipo de cambio vigente al momento de la cesación de pagos (97,8 $/u$s), pero se abonarán en pesos argentinos.
La segunda alternativa (opción “B”) consiste en un pago inicial del 4,0% más un 9,5% y un 14% a los 180 y 365 días de la firma de la homologación del acuerdo respectivamente. A partir del segundo año de vigencia, se aplicarán cuotas anuales de 16.6%, 19.1%, 22,4% y 14.4%. No se considera la actualización por inflación en este caso.
La opción “C” comprende el 100% de la acreencia concursal, pero se abona en el transcurso de un plazo de catorce años, de los cuales los primeros ocho contemplan un porcentaje mínimo del capital.
En esta alternativa sí se devengan intereses no capitalizables sobre el saldo del crédito a una tasa creciente anual que durante los primeros años no llega a cubrir a depreciación proyectada del dólar estadounidense, aunque luego eso se compensa de manera progresiva.
La propuesta “C” contempla el grueso de los pagos en el último tramo del plazo propuesto, lo que incrementa el riesgo ante la dificultad para poder proyectar la situación vigente dentro de una década.
En garantía del pago de las opciones “B” y “C”, Molino Cañuelas y CAGSA constituirá un fideicomiso en garantía sobre las siguientes marcas en todas sus clases: “Cañuelas, “Pureza”, “9 de Oro”, “Pigüé”,“Letizia”, “Paseo” y “Mamá Cocina”. Es decir: todos bienes intangibles.
Si bien las tres propuestas de pago presentadas (contado, corto plazo y largo plazo) no convencieron a buena parte de los acreedores granarios y comerciales, ahora, con la mayoría lograda, es muy probable que tengan que elegir una de esas opciones para recuperar parte de su capital.
El concurso preventivo involucró a más de 650 acreedores y un pasivo quirografario de 1290 millones de dólares, donde se contó con el 89,0% de respaldo de los titulares de la deuda quirografaria que representan al 60% de los acreedores.
MC-Propuesta