El CREA Henderson-Daireaux implementó su propia red integral de conectividad –que cubre el 100% de la zona de influencia del grupo– para poder medir en tiempo real el nivel de napa freática y las condiciones meteorológicas.
El logro es posible gracias al uso de una frecuencia de baja potencia y largo alcance (conocida como Low-Power Wide-Area Network o por sus siglas LPWAN), que permite plena conectividad en zonas rurales.
El servicio, brindado por la firma Internet of Fields (IOF) –cuyo presidente, Delfín Uranga, integra el CREA–, opera con la denominada red LoRa, que es nada menos que una tecnología inalámbrica (al igual que WiFi o Bluetooth) que emplea un tipo de modulación en radiofrecuencia patentado por la compañía Semtech y administrado por “LoRa Alliance”, que certifica a todo fabricante de dispositivos que desee trabajar con esa tecnología.
Para que esa red esté activa, se requiere incorporar dispositivos en el campo, que brindan una cobertura de hasta 15 kilómetros con una inversión (1500 dólares al tipo de cambio oficial) y un costo operativo muy bajo.
Los integrantes del CREA Henderson-Daireaux identificaron las zonas en las cuales era necesario implementar las antenas para contar con plena conectividad y, en el marco de una inversión conjunta, adquirieron quince dispositivos que fueron colocados estratégicamente, de manera tal de lograr cobertura total en la región.
“Luego, cada empresa del grupo decidió cuantos freatrímetros y estaciones meteorológicas deseaba conectar a la red”, explicó Agustín Barattini, asesor del CREA Henderson-Daireaux. “Los datos generados por cada uno de los dispositivos se comparten en una soja plataforma, lo que permite realizar un seguimiento en tiempo real de la napa y las condiciones meteorológicas en el área de influencia del grupo”, añadió en un artículo publicado en la última Revista CREA.
Es decir: información, por demás valiosa para diseñar y gestionar variables agronómicas clave, que antes requería una enorme cantidad de tiempo y recursos para ser recolectada y distribuida, ahora está disponible al instante con datos actualizados de manera constante.
IOF también ofrece un servicio de monitoreo remoto de silobolsas, para lo cual emplea sensores en forma de “lanzas” que se introducen en los silobolsas y registran temperatura, humedad, dióxido de carbono y movimiento, de manera tal de detectar si el grano almacenado sufrió algún tipo de descomposición, pérdida de calidad, ingreso de agua, vandalismo o robo.
“La plena conectividad permitirá automatizar muchos procesos a medida que se vayan incorporando más equipos y dispositivos con sensores, además de posibilitar la eliminación de los registros en papel, porque cada actividad podrá ser auditada con datos trazables en la red”, remarcó Agustín.