Fernando Salvagiotti es un experimentado especialista del INTA Oliveros, en la zona central de Santa Fe. Con una trayectoria agronómica que lo llevó a recorrer buena parte del mundo, Fernando es reconocido por sus aportes en nutrición de maíz. Aun así, en pleno Simposio de Colza, Salvagiotti se define como especialista en todos los cultivos del sistema, y por eso y sus conocimientos es una de las voces autorizadas para explicar el dilema agronómico de los últimos tiempos.
Es que con la irrupción de cultivos como camelina o carinata, de donde se extraen granos cuyo destino principal es la elaboración de biocombustibles, se rescató también a su prima la colza, y como vaivén de la historia, está ganando áreas de siembra.
Esta aparición generó una disyuntiva en los productores agropecuarios, que a partir de ahora tienen un abanico más amplio de opciones para el invierno, a la espera de las siembras de verano, habitualmente de renta económica, sobre todo en zona núcleo.
En ese dilema se incluye la posibilidad de sembrar trigo, de no sembrar nada y dejar el campo “descansando” llamado habitualmente barbecho, o de apostar por estos raros cultivos nuevos, también llamados bioenergéticos por sus aprovechamientos.
Como esta irrupción es relativamente nueva, con pocas campañas a cuestas, y apalancado principalmente por grandes compañías que impulsan la siembra, producción y comercialización, Salvagiotti se erige como voz autorizada para evaluar si realmente representan una opción adecuada para sembrar, en detrimento de un trigo, cultivo de servicio, o el barbecho.
Entonces, como las hectáreas de barbechos de invierno se cuentan en millones, Salvagiotti anuncia que la siembra de estos cultivos nuevos, será siempre una mejor opción que la de no sembrar nada: “Cualquier cultivo que nosotros podamos hacer en el invierno evitando el barbecho, va a generar un beneficio. Tenemos que evaluar cuál es el beneficio que yo quisiera tener, pero ya el ocupar o usar un recurso que no lo esté utilizando suma”, según declaraciones a Bichos de Campo.
Siguiendo en esa línea, el especialista en sistemas productivos y en nutrición, agrega que lo importante es pensar en la rotación y en como encajar esas siembras, siempre analizando lo que se hizo antes y lo que viene después.
“Cada uno lo va a tener que estar evaluando en base al agua que dispone, cuál es el cultivo y cómo lo encaja dentro de un plantel de rotaciones. Pero es una opción bastante interesante. Es una opción que también es un cultivo de renta. La otra opción que tenés va a ser un cultivo de servicio, que te dé algún tipo de servicio al suelo, en este caso además es un cultivo de renta, entonces me parece que hay que pensarlo”, analiza Salvagiotti.
A su vez, sobre el calendario de siembras, el especialista de INTA agrega: “Hay que pensar cómo lo encajamos dentro de mi sistema de producción, porque eso es lo importante. Qué es lo que tengo antes, cuál es el que tengo después, y cómo encaja dentro de mi planificación de fertilidad general del suelo”.
Mirá la entrevista completa con Fernando Salvagiotti:
Puntualizando en la colza y su revivir, que además de la posibilidad de elaborar biocombustibles con sus aceites, es capaz de servir de alimento humano, el agrónomo del INTA evaluó: “La colza es un cultivo invernal que es una interesante opción para lo que nosotros llamamos intensificación sustentable, la agricultura regenerativa. En nuestra agricultura solo los cultivos que principalmente nos dan el ingreso son los del verano y tenemos una de las deficiencias que tenemos del punto de vista de la sustentabilidad estas extensas de barbecho, que no hay cultivos al medio, entonces la colza, junto con otros cultivos de invierno como el trigo, son alternativas que nos dan en el invierno para poder tener el suelo cubierto, sobre todo cuando tengo agua, cuando tengo el recurso y usarlo más eficientemente”.
Sobre la colza que tuvo un crecimiento en área de siembra y está definiendo producción por estos días, Salvagiotti describe: “Se han dado un conjunto de situaciones económicas, donde algunas empresas se han interesado más por el cultivo nuevamente, en la cuestión de mercado, lo cual hace que sea una opción interesante para incorporar entre los campos”.
En concreto, la colza que vio crecimientos de siembra y producción allá por 2013 y 2014, por elementos políticos que hicieron que los productores rehúyan del trigo por el cierre de las exportaciones, fracasó luego por no tener un manejo adecuado y condiciones ambientales desfavorables. Al poco tiempo volvió a las hectáreas habituales, y eso representó un aprendizaje para el sector académico, que siguió investigando y hoy cuenta con herramientas que no estaban extendidas en ese entonces.
Al respecto, Salvagiotti suscribe: “Yo creo que experiencia y conocimiento hay. Se avanzó muchísimo. El INTA hace más de 15 años que está trabajando en eso. En colza hay grupos pequeños, pero hay grupos trabajando. Se generó todo un expertise. Es un cultivo que tal vez no fue rimbombante, pero tuvo sus redes de ensayo, y actualmente, si se dan las condiciones, puede llegar a resurgir con más requerimiento de conocimiento”.
Como resultado de la ecuación invernal, para Salvagiotti, que reconoce que la camelina y la carinata hayan traído del olvido a la colza, esto es una oportunidad para aprovechar: “Tal vez la mayor experiencia sea en colza, tal vez en camelina y carinata, tengamos que explorar un poquito más. Son parecidas, son medias primas hermanas. La trajo del olvido a la colza. Me parece que son oportunidades. Lo más importante es que podamos generar nuevos conocimientos para poder hacer agricultura con datos”.