“Claudia dejate de joder. Porque te voy a matar a vos, a tus nietos y a tus hijos. Sé lo que hacés los findes (sic) de semana en Mar Chiquita. Dejá de controlar las plantas por que te voy a matar”. Un voz de hombre lanzó este mensaje el viernes 9, a eso de las 14, desde un teléfono no identificado. La receptora de semejante amenaza fue una de las veterinarias que trabajan en la Oficina Local del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y que debe controlar los embarques realizados desde el puerto de Mar del Plata. La profesional realizó la denuncia correspondiente ante la Prefectura.
Una copia de ese documento fue enviada a Bichos de Campo por fuentes del organismo, donde crece la alarma por la situación, ya que esa no sería la primera ni la única amenaza recibida por el personal que debe controlar los puertos y otras áreas sensibles. “Esta es la última denuncia que tuvimos que hacer por amenazas contra inspectores de Senasa. Los puertos es una zona de mucha corrupción y les cuesta aceptar que estamos haciendo las cosas bien”, explicaron las fuentes.
Desde hace varios meses, el organismo que preside Ricardo “Ricky” Negri está enfrascado en una serie de reformas en el sistema de control de la mercadería que sale del país y en el régimen de inspecciones sanitarias a los buques que la trasladan. En el caso de Mar del Plata, además, inspectores del organismo tienen bajo su responsabilidad el control a los productos de la pesca en la descarga de los buques que arriban al puerto.
El personal técnico de Senasa en Mar del Plata, por esa razón, debe efectuar controles sobre unas 139 plantas procesadoras de productor del mar y presta servicios a cerca de 70 barcos congeladores que operan en ese puerto.
El conflicto de la nueva conducción de Senasa con sectores supuestamente “corruptos” de dentro y fuera del organismo, que abrevaban de controles más laxos ya sea negociando coimas a cambio de los certificados sanitarios necesarios o haciendo la vista gorda frente a irregularidades, viene en crescendo desde hace un año, cuando Negri (ex secretario de Agricultura) fue enviado por Mauricio Macri a hacer reformas en el servicio sanitario.
Un primer foco de conflicto sucedió tras la intervención de la oficina en el puerto de Rosario, desde donde se controlaban los grandes buques graneleros que trasladan nada menos que 70% de las exportaciones de granos y subproductos del país. Allí, según relataron funcionarios cercanos a Negri, hasta se encontró una pequeña caja fuerte donde posiblemente se guardaba la recaudación ilegal de cada día.
En el caso de los cambios en los controles a los barcos que transitan la Hidrovía para cargar productos agrícolas, la nueva conducción del Senasa desactivo la obligatoriedad de hacer controles de bodegas (para detectar ratas u otras posibles vías de contaminación de los graneles transportados) que regía para todos los barcos y ahora solo limita esos operativos a las empresas que así lo requieran, porque el país de destino de la mercadería exige ese certificado sanitario específico.
Esta modificación fue bien valorada por los armadores, pero los sindicatos que intervienen en el proceso alertaron en los últimos meses por un relajamiento peligroso de los controles sanitarios. Lo hizo ATE, que agrupaba a los trabajadores del propio Senasa en la regional santafesina. Y más recientemente lo hizo el gremio de recibidores de granos Urgara.
Humberto Reynoso, secretario general de la Seccional Rosario de Urgara, denunció en conferencia de prensa, hace un par de semanas, que “hoy nos encontramos con la importación y exportación sin control de nuestros peritos sobre la calidad, que aseguraban al comprador el buen resultado. Hoy eso no está pasando en la mayoría de los puertos”.
Ver: Cristian Cunha, el contador que llegó al mando de la regional más importante de Senasa
Le salió al cruce el titular de la Regional Centro del Senasa, Cristian Cunha, que fue quien lideró la intervención sobre la zona portuaria. Este contador manejó las finanzas del PRO en la campaña electoral, y tiene por ello una denuncia judicial en la que se apoyan muchos de sus detractores. “Es irresponsable hablar tan liviano cuando hay controles muy rigurosos, muy profesionales y de forma continua por parte del Estado, afirmó Cunha ante las denuncias gremiales. Y enfatizó que: “No hemos tenido casos de mercadería desaprobada desde que comenzamos la gestión”.
Cunha señaló que el Senasa recuperó su transparencia luego de integrar durante varios años una nómina de puertos considerados corruptos. “Hace poco tuvimos una reunión con los dueños de los buques y nos confirmaron que Argentina no está más en la lista”, destacó.
En rigor, las nuevas autoridades del Senasa divulgaron días atrás una carta de la Red Marítima de Anticorrupción, con sede en Dinamarca, que elogiaba los esfuerzos oficiales para ordenar el proceso de inspecciones de los buques para la carga de granos y afirmaba que los “incidentes” (en alusión a posibles hechos de corrupción estatal) habían disminuido en más del 90% en 2018.
Y seguimos con los potenciales,..”se encontró una pequeña caja fuerte donde posiblemente se guardaba la recaudación ilegal de cada día….serìa…posiblemente…y asi tambièn Cristina quizàs, TENÌA ..dinero enterrado…TODO MENTIRAAAA, BASTA DE ENGAÑAR A LA GENTEEE…son INOPERANTES, peor de los que estaban antes, un contador???que puede saber sino de nùmeros..ni idea de nada tiene este muchacho Cunha..respecto de el trabajo de puertos, granos, o lo relacionado a la exportaciòn..por dios que se vaya pronto, ellos sacaron los controles para favorecer a los amigos.