Frente al significativo impacto que este año tuvo el achaparramiento del maíz, causado por el vector D. maidis o la famosa chicharrita, cinco instituciones del sector se unieron para lanzar una red nacional de monitoreo con trampas cromáticas adhesivas, cuyo objetivo será recopilar información sobre la evolución de la población y capacidad de transmisión de esa plagas en las zonas maiceras del país.
Quienes están detrás del proyecto, que durara en principio tres años, son Aapresid, CREA, Maizar, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres y la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos. La red contará también con el apoyo de INTA.
Para hacer el monitoreo de forma efectiva, según se informó, la red de trampas se dividirá en tres.
La red de trampas centinela estará conformada por 450 trampas cromáticas adhesivas distribuidas en cinco regiones: Noroeste Argentino (NOA), Noreste Argentino (NEA), Zona Centro, Zona Núcleo y Litoral. Estas serán controladas por personal técnico y profesional capacitado de las instituciones participantes, bajo la coordinación general de EEAOC y MAIZAR.
La red de monitoreo de infectividad de individuos estará distribuida en 45 sitios representativos, donde se recolectarán ejemplares de D. maidis adultos en forma secuencial y estacional, para analizar mediante PCR la presencia y distribución nacional de los patógenos principales del complejo del achaparramiento. De esta forma se podrá controlar la fluctuación infectiva estacional de las distintas zonas
Finalmente, la red de trampas voluntaria estará abierta a la participación de cualquier productor, institución y organización que desee colaborar. Los voluntarios deberán completar un curso de capacitación, contar con trampas pegajosas homologadas y registrar sus datos en una plataforma online, previa autorización de los coordinadores.
La información recopilada y procesada estará disponible para el acceso público, libre y gratuito a partir de julio de este año.
“Esta información permitirá a los productores, investigadores, técnicos y autoridades conocer la dinámica de vuelo de esta plaga y su infectividad para contribuir a su estudio y al desarrollo de pautas para su manejo y protección del cultivo del maíz”, indicaron desde Aapresid.
“La creación de esta Red Nacional de Trampas de Monitoreo es un ejemplo concreto del compromiso del sector agropecuario argentino con la producción sostenible. La colaboración entre las diferentes instituciones involucradas y la participación activa de los productores u organizaciones voluntarios son claves para enfrentar de manera efectiva el desafío que presenta el Achaparramiento del maíz y su vector”, celebraron a continuación.