El pisco chileno está a muy pocos paso de convertirse en patrimonio mundial en 2025. El posible hito sería la próxima meta a alcanzar por el país vecino, luego de que el Paisaje Cultural Vitivinícola de la bebida local fuera recientemente inscripto de forma oficial en la Lista Tentativa de la Unesco. Ese organismo lleva adelante un inventario de los bienes considerados patrimonio cultural y natural, situados en el territorio de un Estado Parte, que considera aptos para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial.
En esa lista, por ejemplo, hay 15 bienes de importancia para la Argentina: Los Glaciares (1981), las Misiones jesuíticas de los guaraníes (1983, 1984), el Parque nacional del Iguazú (1984); la Cueva de las Manos del Río Pinturas (1999); la Península Valdés (1999); ña Manzana y estancias jesuíticas de Córdoba (2000); los Parques naturales de Ischigualasto / Talampaya (2000); la Quebrada de Humahuaca (2003); el Qhapaq Ñan – Sistema vial andino (2014); la Obra arquitectónica de Le Corbusier (2016); el Parque Nacional Los Alerces (2017); y el Museo y Sitio de la Memoria ESMA (2023).
Con la confirmación por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de la inclusión de Chile en la prestigiosa lista, se materializó el esfuerzo que vienen realizando en conjunto los ministerios de Agricultura, de las Culturas y de Relaciones Exteriores de ese país por consolidar el valor histórico, patrimonial y productivo del paisaje vitivinícola y su producto más representativo, el pisco.
“Esperamos que se incorpore el Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno a la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este es un sitio maravilloso, una industria que produce 35-40 millones de litros de pisco al año donde trabajan muchas cooperativas, pequeños pisqueros y pisqueras. Hay una cultura detrás de esta industria que buscamos que sea reconocida a nivel internacional. Nuestra política comercial ha impulsado el reconocimiento de la denominación de origen del pisco en los tratados internacionales, asegurando su acceso a los mercados”, expresó el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, quien advirtió que este reconocimiento es de gran importancia porque permitirá potenciar el desarrollo del sector vitivinícola y fortalecer la denominación de origen del pisco chileno.
El caso CAPEL: Una cooperativa chilena de mil productores pequeños que produce Pisco
Desde la Asociación de Productores de Pisco de Chile, su presidente Francisco Munizaga afirmó: “La verdad es que nos tiene muy contentos, ha sido la culminación de un trabajo largo, llevamos por lo menos cuatro años trabajando en esto y este es un hito súper importante. No es el último, pero sí es uno muy importante, así que contentos y orgullosos de nuestro pisco chileno”.
Sobre la importancia de este logro, que reafirmar el compromiso de Chile de preservar y promover su patrimonio, Carolina Arredondo, ministra de las Culturas en Chile dijo: “El Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno representa un patrimonio vivo que combina tradiciones centenarias con prácticas agrícolas y productivas adaptadas a un entorno desafiante y único, integrando cultura, economía y naturaleza. Su reconocimiento ante UNESCO nos permitirá fortalecer su identidad y fomentar un turismo cultural y patrimonial sustentable que beneficie a las comunidades locales y a todo nuestro país, por lo que seguiremos trabajando en su preservación”.