Hace unos días, el subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, que ahora en el gobierno utiliza su doble apellido y firma entonces como Manuel José Chiappe Berisso, había dado su aprobación a un nuevo microorganismo modificado genéticamente para elaborar una vacuna clave para la avicultura. En una nueva resolución publicada en el Boletín Oficial, el funcionario ahora aprobó un nuevo virus transgénicos que se utiliza en una vacuna para cerdos.
La Disposición 39/2024, firmada por Chiappe Berisso (antes era el secretario de Agricultura quien aprobaba los OGM, pero ahora se delegó esa función en el subsecretario), autorizó “la comercialización del virus recombinante cPCV1-2b presente en la vacuna Fostera Gold PCV, solicitada por la firma Zoetis Argentina SRL”.
Según informa la propia empresa veterinaria en su web, “este producto ha demostrado ser efectivo para la vacunación de cerdos sanos de 3 días de edad o mayores contra el circovirus porcino (PCV2) y la enfermedad respiratoria ocasionada por M. hyopneumoniae. Se ha demostrado una inmunidad de 23 semanas de duración. Este producto contiene PCV2a y PCV2b, y ha demostrado ser efectivo contra la viremia ocasionada por PCV2, la excreción del virus en las heces, la colonización del tejido linfoide y la depleción linfocitaria”.
Con esta aval de las autoridades que regulan los transgénicos en el país, se supone que ahora Zoetis tiene vía libre para comercializar esta vacuna en el país, aunque debería cumplir ahora su registro ante el Senasa.
La cadena de autorizaciones en materia de ONG debió activarse porque para la formulación de esta vacuna se utilizó un virus modificado, además de una bacteria no modificada: el virus quimérico recombinante cPCV1-2b y una bacterina de Mycoplasma hyopneumoniae no modificada genéticamente. Y “toda liberación al agroecosistema de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) que no cuenten con aprobación comercial, requerirá en todos los casos autorización previa de la Secretaría de Agricultura”.
La CONABIA se había expedido ya en 2022: “El virus genéticamente modificado cPCV-2b presente en la vacuna Fostera Gold PCV-MH es más seguro para el agroecosistema que la variante salvaje PCV y tan segura como la variante cPCV1-2a previamente aprobada y con historial de uso seguro. Asimismo, no se espera que su coexistencia con la quimera cPCV1-2a y la bacterina de Mycoplasma hyopneumoniae, presentes en la vacuna Fostera Gold PCV-MH, modifique su seguridad para el agroecosistema”.