El presidente Alberto Fernández insistió en mencionar este viernes que el agro recibió una “renta inesperada” por la suba de precios internacionales de los granos generada por el conflicto ruso-ucraniano.
Pero Fernández dijo algo más al señalar que “gran parte de la producción (agrícola) en la Argentina se hace en pesos y me van a decir que los fertilizantes subieron, pero no subieron lo que subió el precio internacional del trigo”.
Desde Bichos de Campo fuimos entonces hasta los registros oficiales de comercio exterior del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios de la Nación para intentar averiguar si tal afirmación es cierta o errónea.
En abril pasado el precio promedio de exportación del trigo pan argentino publicado por el Ministerio de Agricultura fue de 421 u$s/tonelada (FOB), una cifra 58% superior a la registrada en el mismo mes de 2021.
¿Y qué pasó en el mismo período con el valor de la urea granulada, insumo clave para asegurar los rendimientos en el cultivo de trigo? Bueno, el mes pasado el valor de importación fue de 855 u$s/tonelada (CIF), el cual es nada menos que 113% mayor que el registrado en abril de 2021.
Así que el presidente está completamente equivocado en su percepción de la realidad vigente en el agro argentino, porque los fertilizantes subieron bastante más que el trigo.
Adicionalmente, vale considerar que, a diferencia de lo que ocurre en Brasil, Paraguay y Uruguay, donde los empresarios agrícolas reciben el precio “lleno” de los granos, en la Argentina el precio del trigo (y del resto de los productos) está recortado por derechos de exportación, “retenciones cambiarias”, “retenciones encubiertas” (fideicomisos) y cuotas de exportación.
El único costo en pesos que podía hacer alguna diferencia era hasta el año pasado el gasoil, pero, por decisión de la compañía petrolera estatal YPF, este año el valor mayorista de ese combustible destinado al agro fue “liberado” para equipararlo con la paridad internacional.