“Ya muchas veces ha sucedido que los anuncios vayan en una dirección y las aplicaciones concretas de las medidas en otra, resultando siempre los mismos perjudicados: los pequeños y medianos productores”. Esa frase resume la posición de Federación Agraria Argentina. Muestra a este sector gremial directamente podrido del relato.
Este viernes por la tarde, por medios electrónicos y a lo largo de más de cuatro horas, se realizó una reunión extraordinaria del Consejo Directivo Central de la FAA. La entidad, de la cual proviene el actual secretario de Agricultura, Jorge Solmi, suele reclamar ciertas medidas del Estado en el negocio agropecuario para equilibrar la cancha en defensa de los pequeños productores. Pero tras esta reunión, hubo un rechazo contundente a la reciente intervención sobre las exportaciones agropecuarias.
Solmi, acompañando al ministro Luis Basterra, habían recibido a la Mesa de Enlace unas horas antes, para tratar de explicar el alcance de las dos resoluciones que esta semana sacudieron la modorra de la política agropecuaria. Una de ellas impuso nuevas exigencias a los exportadores sin planta de granos, ,lácteos y carnes. La segundo implica el regreso de un registro de exportaciones de carnes, semejante a los ROE, que funcionará entre la ex ONCCA y la Secretaría de Comercio Interior.
Carlos Achetoni, el presidente de Federación Agraria, informó a sus pares lo sucedido en aquella reunión con los funcionarios “tras lo cual los integrantes del Consejo Directivo Central analizaron el impacto en los pequeños y medianos productores ganaderos que representa la entidad”, se informó en un comunicado.
La conclusión fue que “Si bien desde lo discursivo, las medidas parecen ir en la dirección correcta, en cuanto a que los funcionarios aseguran que buscan transparentar la actividad, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y controlar la evasión, el momento en que se anunciaron -en que los productores realizan la zafra- produjo una baja en el precio del kilo vivo que perjudica a los pequeños y medianos productores especialmente”.
Dice el comunicado de FAA: “Ya en varias oportunidades los anuncios y/o títulos de medidas para el sector parecieron adecuados desde el relato, pero su aplicación redundó en más y mayor concentración, con la consecuente expulsión de productores de menor escala del circuito productivo”.
También hubo quejas porque ni Basterra ni Solmi levantaron el teléfono para avisas lo que se venía. “Pese a encontrarse todos los canales de diálogo abiertos, y que se sostienen conversaciones cotidianas con las autoridades, una vez más los anuncios y las decisiones se han tomado intempestivamente, sin consulta a los productores”.
Finalmente la Federación Agraria decidió “mantenerse en estado de alerta y monitoreo permanente ante las reiteradas declaraciones contradictorias y poco claras que generan malestar en los productores”.