El gobierno nacional extendió este miércoles la suspensión temporaria de derechos de exportación para empresas elaboradoras productos de hierro, acero y aluminio.
Los laminados y tubos de hierro o acero están gravados con una alícuota del 3,0%, al igual que la tiras, chapas y alambres de aluminio. En tanto, el aluminio en bruto tiene una retención del 4,5%.
En octubre pasado el presidente Javier Milei suspendió de manera temporaria los derechos de exportación sobre tales productos hasta el 31 de diciembre de 2025 o “hasta que se produzca una reducción en el arancel de importación de los países que aplican una tasa de importación igual o superior al 45% por sobre el valor de los bienes”.
La medida hace referencia –sin nombrarlo– a EE.UU., que desde junio pasado aplicó un arancel del 50% sobre las importaciones de acero y aluminio provenientes de la mayor parte de las naciones del mundo, incluyendo a la Argentina.
Por medio del decreto 930/2025 publicado hoy en el Boletín Oficial, el presidente extendió la medida hasta el 31 de marzo de 2026. La rebaja de dicho arancel forma parte de las negociaciones emprendidas por EE.UU. y la Argentina para establecer un acuerdo comercial entre ambas naciones (que también incluye un cupo de exportación anual de 80.000 toneladas de carne vacuna con arancel preferencial).
En los fundamentos del decreto publicado hoy se indica que “en los últimos años se han verificado prácticas de diversos países que, mediante la aplicación de aranceles de importación ‘ad valorem’ de magnitud significativa, tienden a restringir el acceso de los productos de aluminio y acero al comercio internacional, configurando una forma de proteccionismo que afecta de manera directa la competitividad de las exportaciones argentinas”.
Y añade que dado que a la fecha “subsisten condiciones que afectan de manera directa la competitividad de las exportaciones argentinas de aluminio y acero, resulta necesario prorrogar la vigencia del Decreto N° 726/25 (de octubre pasado) con el fin de mitigar los efectos adversos sobre el sector exportador”.
La mayor perjudicada por esa medida proteccionista de Donald Trump fue la argentina Aluar, que exportaba alrededor del 40% de su producción de productos de aluminio a EE.UU. La suspensión de retenciones no soluciona el problema de acceso a ese mercado, pero al menos es un aliciente.
En lo que respecta al sector agrícola, si bien este año se anunció una “suspensión temporaria de derechos de exportación” para el sector, en realidad se trató de un régimen cambiario especial que permitía acceder a un incentivo tributario a cambio de adelantar el ingreso de divisas correspondientes a las operaciones de comercio exterior de productos agroindustriales. Las cosas por su nombre.





