Eso de entrar en un gallinero y remover la paja para ver cuántos huevos puso una gallina ya no va más. La Argentina es una gran consumidora de huevos (está quinta en el ránking global, con 275 huevos anuales per cápita), pero muchos de sus habitantes desconoce cuánto se tecnificó esa actividad productiva en los últimos tiempos.
“Nos tecnificamos bastante desde que empezamos hace 10 años. Ahora casi que no hay intervención del hombre, pues contamos hasta con galpones automáticos. El huevo va por cintas, terminando en una maquina que lo clasifica por tamaño. Y luego va al maple o estuche, directo a la góndola o a la industria. Ese nivel de tecnificación manejamos”, contó a Bichos de Campo Carlos Sueiro, quien dirige una granja de ponedoras de alta tecnología en Villa Espil, San Andrés de Giles.
Sueiro aclaró que tienen 40 empleados en Avícola Espil, pero en su empresa, equipada con maquinas de origen alemán, hasta la recolección del guano está mecanizada. Bajo esta forma de producción se recolectan 310 huevos al año por ave. Cada gallina ponedora puede transformar dos kilos de alimento en un kilo de huevo.
Escuchá lo que nos decía Carlos Sueiro:
Hasta el 2002, solo el 10% de la producción de huevos estaba tecnificada. Hoy el 54% cuenta con la última tecnología.
Sueiro aclaró que esta intensificación no significa que los animales la pasen peor que antaño sino todo lo contrario. “No hay confinamiento como tal. En un galpón tenes 26 grados, las condiciones son optimas y se respeta la distancia por animal. ¿Cuál es el negocio de hacer las cosas mal? La verdad es que en un galpón de 100 metros por 10 metros de ancho, antes metías 10.000 gallinas y hoy podés meter hasta 70.000 aves en condiciones en que el animal está muy cómodo. Nuestras gallinas están como en un hotel de 5 estrellas”, exageró.
El dueño de Avícola Espil agregó que la genética también evolucionó mucho: “Hay 4 o 5 razas líderes y la genética es muy buena. Pero para eso se requiere de una inversión fuerte”.
“El huevo tiene mucho futuro aunque la realidad es que el mercado se está concentrando, como pasa en otras actividades. Pero el potencial en Argentina es muy grande. Lo que falta es que el horizonte exportador y otras condiciones como créditos de parte del Gobierno. Que pinten más claro, el proyecto para indicarnos bien hacia dónde vamos”, opinó.