Federación Agraria Argentina celebró su 108° congreso anual, en el que designa autoridades, y Carlos Achetoni resultó ganador de las elecciones celebradas quedando al mando de la entidad por un año más.
La reelección del mendocino se da en un tenso ambiente interno, donde federados norteños irrumpieron durante el primer día del congreso durante la alocución del secretario de agricultura Juan José Bahillo, e impidiendo que hable el gobernador de Santa Fe Omar Perotti en la ciudad de Rosario, donde habitualmente se realiza el encuentro.
El proceso electoral arrojó resultados muy parejos, donde Achetoni se impuso por muy pocos votos sobre Orlando Marino, candidato opositor. La entidad elegía presidente, vicepresidentes, y síndico, siendo Elvio Guía y Marcelo Banchi quienes segunden a Achetoni.
Luego de conocidos los resultados, Achetoni dijo: “Mas allá de esta contienda electoral, el que me votó en contra no es mi enemigo, y el que me votó a favor no es el único que va a recibir el esfuerzo para representarlos. No guardo ningún tipo de encono con nadie. Somos personas que pasamos y la que debe quedar fortalecida es la institución”.
Además, Achetoni exclamó: “Hay mucho que trabajar por ese pequeño y mediano productor, por esa agricultura familiar, por ese interior del país que nos duele tanto cuando quedamos tan lejos de lo que reclaman en la capital federal, y uno que viene del interior sabe de que estamos hablando”.
Durante la apertura del congreso, Achetoni había reclamado cuestiones mirando directamente al seno del gobierno nacional, cuando anunció: ““Hemos tenido mucha voluntad de diálogo con el gobierno nacional y también muchos desencuentros. Hubo medidas erráticas, como el cierre de exportaciones de maíz y de carne, hemos logrado reaperturas parciales, pero no se revirtieron. Se implementaron volúmenes de equilibrio, el fideicomiso del trigo y muchas más, y en todos los casos advertimos que sacaban de la cancha a los pequeños productores. De hecho, días atrás cuando se instauró el dólar soja, dijimos que los productores chicos que hiciéramos soja lo íbamos a ver pasar, pero también perjudicaría a todos los otros, tanto al que arrienda en quintales de soja y hace maíz u otra actividad, como al que produce proteína cárnica, todos se iban a ver afectados. Y así fue”.