El proyecto de “Ley Ómnibus”, que finalmente se cayó en el Congreso, contenía un capítulo referido a biocombustibles que cambiaba por completo las reglas de juego presentes en ese mercado.
El modelo propuesto en la iniciativa era similar al vigente en Brasil, que consiste en establecer cupos mínimos obligatorios de mezcla de bioetanol con nafta y de biodiésel con gasoil, los cuales son completados por medio de licitaciones públicas en las que diferentes empresas compiten de manera transparente.
El proyecto, en lo que respecta a biodiésel –que en la Argentina se elabora con aceite de soja– proponía una mezcla obligatoria mínima del 12,5% de biodiésel con gasoil en la región Central, Cuyo, NOA y NEA, mientras que en la Patagonia será del 10%. De todas maneras, el primer año en todo el territorio, menos la Patagonia, el corte sería de hasta un 10% y pasaría al 11% en 2025 para fijarse en 12,5% en 2026.
Sin el proyecto en el Congreso, quedó todo en el nada. Por ese motivo, este viernes la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que nuclea a las principales empresas productoras y exportadoras de biodiésel del país, instó a autoridades nacionales, provinciales y legislativas a que se reforme el actual régimen regulatorio de biocombustibles.
“Desde el 2010 (año en que dio comienzo el corte obligatorio de biodiesel con gasoil en Argentina), el consumo de biodiesel se duplicó en el mundo, pasando de 26 a más de 52 millones de toneladas anuales, mientras que en Argentina se redujo más del 40%, producto de pésimas políticas intervencionistas del mercado”, señala un comunicado de Carbio.
La entidad señala que el proyecto legislativo “otorgaba un horizonte de crecimiento” al sector de biocombustibles, además de desregular y promover las bases de una Argentina más competitiva”.
“Argentina necesita terminar con un sistema anti mercado de cupos y precios en biodiésel que es costosísimo para el consumidor y no existe en ninguna otra parte del mundo; hay que lograr que el Congreso sancione una nueva ley que promueva la libre competencia y el crecimiento del biodiésel”, apunta Carbio.
Al respecto, las industrias que integran la entidad solicitaron un marco normativo con convergencia de la situación presente en Brasil, donde el corte obligatorio de biodiésel es del 14% y en 2025 será del 15%.