“Lo peor que el Gobierno puede hacer es seguir estirando la recesión y mantener estas tasas que impiden la adquisición de capital de trabajo”.
Esa recomendación no fue hecha por alguno de los muchos economistas que transitan los canales de televisión explicando la crisis. La frase forma parte de un duro comunicado de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), que reclamó al Gobierno Nacional que haga algo para bajar la presión impositiva y los costos financieros para el agro.
La rápida reacción de los ruralistas liderados por Matías De Velazco se produjo después de que el presidente Mauricio Macri dijera, el anunciar el jueves pasado una rebaja de aportes patronales para las economías regionales, que había llegado el momento de encarar una “agenda productiva”.
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“Si reactivar la economía nacional es una prioridad para este año, no puede dejar de contemplarse a la brevedad la baja de la presión financiera e impositiva al sector agropecuario, motor de arranque del aparato económico argentino, que permitirá reactivar la economía del interior y volver a crecer”, recordó Carbap.
La entidad más numerosa de las que conforman CRA apuntó que actualmente los productores bonaerenses y pampeanos están utilizando los ingresos de la cosecha fina (trigo y cebada) para reducir su nivel de endeudamiento. Pero a la vez advirtió que “es necesaria una buena cosecha gruesa (soja, maíz y girasol) para acomodar su situación financiera”. A la vez añadió “difícilmente le quede capital de trabajo propio para afrontar el ciclo productivo 2019/20”.
“Es preocupante no solo el pasivo con el sistema financiero, sino también con la AFIP y proveedores del campo en la actualidad”, advirtió la entidad.
Por eso recomendó al gobierno proponerse a trabajar en mecanismos crediticios accesibles para los productores. “Es vital el financiamiento bancario mediante un costo de capital de trabajo acorde con un proceso productivo”. Y advirtió: “De perdurar la situación actual habrá dos consecuencias, bajará la producción como consecuencia de una menor inversión tecnológica mientras que por otro lado aumentará el endeudamiento de los productores”.
Carbap se quejó en su comunicado porque “actualmente las únicas líneas de crédito subsidiadas están enfocadas en descontar cheques, pero con corto alcance, ya que tienen cupos y son pausibles del scoring bancario, sistema este que mide el grado de reciprocidad de un cliente con un banco”.
La conclusión de estos dirigentes rurales es que “en la Argentina de hoy son más negocio las inversiones financieras, lo que llamamos poner la plata a trabajar, que producir generando empleo e inversiones que producen alimentos y bienes que también son exportados con el consecuente ingreso de divisas al país.