En la última semana la abrupta crecida del río Paraná obligó a evacuar a decenas de miles de cabezas presentes en las zonas ribereñas e islas de esa región para trasladarla a tierra firme.
La cuestión es que, luego de una sequía devastadora, la superficie destinada a ganadería se está recién empezando a recomponer con las lluvias ocurridas en las últimas semanas y no sobra área para reubicar a la hacienda proveniente de las islas.
Eso implica que gran parte de los bovinos –ahora en tierra firme– debe ser suplementado con granos o balanceados, ya sea en campo propio o bien en servicios de hotelería.
Ese fenómeno impactó de lleno en el mercado de maíz de las regiones de influencia del río Paraná con valores negociados que llegaron a operarse en un máximo de 115.000 $/tonelada, según registros de la plataforma Sio Granos.
Mientras que las ventas de maíz disponible con destino a exportación y entrega en la zona norte de la ciudad de Rosario no superaron en la última semana los 95.000 $/tonelada, el maíz comercializado a consumos en la zona registró valores bastante superiores.
La disponibilidad de maíz en la región, además de ser escasa luego del desastre productivo registrado en 2022/23, es baja porque la mayor parte de los productores están vendiendo granos a “cuentagotas” en el actual escenario de incertidumbre cambiaria.
El Instituto Nacional del Agua (INA) publicó este martes la proyección de nivel hidrométrico para los próximos catorce días con una alerta de crecida a nivel de posible “evacuación” en las localidades de Goya, Reconquista, La Paz y Paraná.
“Las previsiones de precipitación sobre la cuenca del río Iguazú y sobre el sector no regulado indican lluvias leves o moderadas durante los próximos cinco días, con mayores montos probables sobre el área de aporte a la ruta Confluencia-Yacyretá”, señala el informe del INA.
“Por tanto, es conveniente estar atento a la evolución de los pronósticos de precipitación, puesto que en dicho escenario se sostendría en valores altos el aporte a Yacyretá. Actualmente se observa el efecto combinado de tránsitos de pulsos de crecida provenientes del río Iguazú y de emputamiento en valores típicos de aguas altas en Guairá-Itaipú”, añade.
Por otro lado, se destaca la alta densidad temporal de pulsos de crecida, tomando en consideración la respuesta de ambos sistemas hídricos (Iguazú y Alto Paraná), en ocasión de precipitaciones abundantes desde el pasado 27 de noviembre con una condición antecedente de aguas medias altas o altas sobre el río Iguazú.
“Así, el aporte el volumen debe considerarse y, de ahí, que las permanencias sean previsiblemente superiores, al respecto de un escenario de tránsito de un único pulso de crecida inusual del río Iguazú (más fugaz). Por esto mismo, también es presumible que persista oscilante en aguas altas una vez alcanzados los valores picos, en las secciones superiores, durante los próximos días”, advirtió el INA.