Hoy miércoles el presidente paraguayo Mario Abdo viajó hasta Punta del Este para reunirse con su par uruguayo Luis Lacalle Pou con el propósito de consensuar un mecanismo para “flexibilizar” el Mercosur ante la reticencia argentina por aceptar una mayor integración comercial con las principales naciones del mundo.
“Son países que tienen, necesariamente, una virtud en las relaciones complementarias. Un país como Paraguay, sacrificado, de trabajo, que ha crecido en el mundo, y un país como el nuestro, que tiene gran parte de su origen y razón de ser en el transporte, logística y salida al mundo”, señaló Lacalle Pou al finalizar el encuentro.
“Puedo decir con mucho agrado que la vocación paraguaya de abrirse al mundo es igual a la de Uruguay y sigue vigente con más fuerza. Por eso, el avance de los países del Mercosur al mundo es importantísimo. Para Paraguay y Uruguay es determinante en los tiempos que se vienen”, sentenció.
“El mundo se está abriendo a nuestros commodities, a nuestras materias primas, y nosotros estamos capacitados a ofrecerlos. Necesitamos entrarle al mundo, a esos mercados, en igualdad de condiciones que nuestros competidores. Por eso, el avance con países del mundo que son consumidores mayores de nuestras materias primas, hacia allí tenemos que ir a negociar, con nuestras particularidades y compromisos”, agregó el mandatario uruguayo.
En ese sentido, consideró que “hay quienes hablarán de flexibilización, de elasticidad o de distintas velocidades; lo cierto es que, a treinta años de creación del Mercosur, hay que rever el recorrido, quedarse con lo bueno, impulsar lo mejor para que sea un trampolín al mundo”.
En definitiva: Lacalle Pou, que ya cuenta con el aval del presidente brasileño para flexibilizar el Mercosur, ahora también tiene el apoyo del primera mandatario paraguayo.
El próximo 26 de marzo el Mercosur cumplirá treinta años y, en la reunión a la que asistirán los presidentes de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, uno de los temas por tratar será precisamente la eliminación de la cláusula que impide negociar por su cuenta Tratados de Libre Comercio (TLC) a las naciones que forman parte del bloque.
Los gobierno de Brasil, Uruguay y Paraguay están trabajando para integrarse comercialmente con las principales naciones importadoras de alimentos del mundo (principalmente China, EE.UU. y la Unión Europea). Pero no es el caso de la Argentina gobernada por Alberto Fernández, la cual, por el contrario, viene instrumentando en el último año medidas para cerrar la economía.