Los técnicos del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) presentes en la embajada estadounidense de Brasil proyectan una cosecha récord de trigo en Brasil de 8,70 millones de toneladas, una cifra 12% superior a la registrada en el ciclo anterior.
El incremento se explica tanto por un aumento de la superficie combinado con un clima benigno en las principales regiones trigueras del país.
Si bien se temía, debido al conflicto ruso-ucraniano, un posible desabastecimiento de fertilizantes en Brasil, que importa el 85% de los nutrientes que consume, el gobierno de Jair Bolsonaro realizó gestiones con diferentes naciones proveedoras y el país terminó importando un volumen superior de fertilizantes respecto del año pasado.
Los elevados precios del cereal, medidos en reales, contribuyeron a sostener la rentabilidad del negocio de trigo a pesar de los enormes incrementos del costo de producción.
Un aspecto interesante es que el USDA proyecta que, tal como sucedió en 2021/22, en la nueva campaña Brasil exportará buena parte de su producción de trigo para aprovechar los elevados precios internacionales del cereal.
Por ese motivo, a pesar de lograr una súper cosecha, en 2022/23 se proyecta que Brasil importe –fundamentalmente de la Argentina– 6,40 millones de toneladas, una cifra similar a la histórica, para terminar la campaña con un stock final de apenas 721.000 toneladas.
Mañana jueves 7 de julio el organismo brasileña Conab publicará la nueva estimación oficial de la cosecha 2022/23 de trigo, cultivo que comienza a recolectarse entre fines del presente mes de julio y comienzos de agosto.