En el presente ciclo comercial 2024/25 Brasil importaría 6,93 millones de toneladas de trigo, una cifra 15% superior a la registrada en 2023/24 y la más elevada del ultimo lustro.
Así lo estima la consultora brasileña Safras & Mercado a partir de una cosecha estimada en ese país de 7,75 millones de toneladas, que es muy pobre para poder recomponer las escasas existencias del cereal.
Si bien la demanda interna de trigo en Brasil se encuentra estancada hace años, el país, luego de los eventos disruptivos generados por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, comenzó a exportar grandes cantidades de trigo, la mayor parte del cual corresponde a partidas con bajo tenor proteico.
En estos días, tal como había anticipado Bichos de Campo, los precios del trigo argentino –en línea con la situación presente en el Mercosur– se encuentran con una tendencia bajista.
Con el avance de la cosecha en Brasil los precios de referencia en ese país están descendiendo, aunque los productores brasileños no perciben eso gracias a la devaluación del real, que les permite contar con precios firmes sin que ello implique un correlato inflacionario.
No es el caso de la Argentina, donde el tipo de cambio de referencia empleado en la liquidación de granos –dólar exportador– permanece estancado, aunque la brecha del mismo con respecto al tipo de cambio de cambio de mercado (“contado con liquidación”) se viene acortando.
Una vez finalizado el consumo de la cosecha propia de trigo por parte de Brasil en algún momento del primer semestre de 2025, cabría esperar una recomposición de los valores regionales del cereal, aunque la demanda de los molinos brasileños este años estará especialmente enfocada en comprar partidas de alta calidad panadera.