En la próxima campaña 2022/23 Brasil seguirá expandiendo su área de soja para registrar un récord histórico de 42,5 millones de hectáreas versus 40,7 y 39,0 millones sembradas en 2021/22 y 2020/21 respectivamente.
Así lo proyectó un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) en función de los elevados precios internacionales de la soja, los cuales, al no haber derechos de exportación ni intervención oficial de mercado, llegan de manera directa a los productores brasileños.
La principal región productora de soja brasileña, el centro-oeste, que abarca los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goais y la capital del Distrito Federal, cuenta aún con un importante “resto” para seguir creciendo en superficie de soja.
El Instituto de Economía Agrícola de Mato Grosso (IMEA) estima que para 2030 el área sembrada de soja en ese estado –el mayor productos de Brasil– sería de 14,7 millones de hectáreas frente a poco más de 10,3 millones en 2021.
Mientras tanto, el crecimiento de la superficie de soja seguiría estabilizándose en el sur, específicamente en la estados de Paraná, Rio Grande do Sul y Santa Catarina. En los últimos cinco años, el área de soja en esas tres jurisdicciones se expandió un 8%, una cifra que es poco más de la mitad de la expansión lograda a nivel nacional.
En Paraná ya casi no existe disponibilidad de nuevas tierras para expandir el área de la oleaginosa, mientras que Rio Grande do Sul y Santa Catarina aún disponen de algunas áreas de pastizales que podrían ser incorporadas a la actividad agrícola.
Adicionalmente, se vienen desarrollado nuevas tierras agrícolas en el norte y noreste de Brasil, donde reside buena parte del potencial futuro de crecimiento del cultivo de soja.